M.Valverde. Madrid

La economía alcanzó en el tercer trimestre del año los veinte millones de ocupados. Exactamente, 20.031.000 trabajadores. Una cifra similar a la que había en el cuarto trimestre de 2008, el año en el que estalló la depresión económica por la explosión de la burbuja inmobilaria. Y, desde luego, superior a los 19,9 millones de empleo que había en el cuarto trimestre de 2019, antes de la crisis.

Los datos del mercado de trabajo demuestran que la economía continúa su proceso de recuperación, después de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus en 2020. Es más, el desplome fue tan grave, hasta perder un 11% del PIB, que la reactivación de la economía es más intensa de lo esperado, aunque se atisben graves amenazas a corto y medio plazo. Por ejemplo, la inflación y el desabastecimiento energético y de las cadenas de producción.

En todo caso, en el tercer trimestre del año, la economía creó 359.300 empleos. Es la segunda cifra más alta de creación de empleo en un tercer trimestre de la serie histórica. Justo después de la del tercer trimestre del año pasado, cuando entre julio y septiembre, la actividad generó 570.000 empleos.

En términos anuales, la economía creó 854.100 empleos, lo que representa un incremento del 4,45%, y una ligera desaceleración respecto al ritmo de crecimiento que tenía la ocupación en el segundo trimestre con una tasa del 5,72%. Es decir, cuando el empleo empezó a crecer por primera vez, en términos interanuales, desde que estalló la pandemia en el segundo trimestre del año pasado.

Vacaciones

El fuerte crecimiento del empleo coincide en el tercer trimestre con el periodo vacacional por excelencia. Aunque este año no ha sido tan bueno como en 2019, el sector servicios y, en particular, las actividades turísticas y sus alrededores, se han beneficiado de la decisión del Gobierno y de las comunidades autónomas de una rebaja general de las medidas sanitarias contra el virus, por el avance de la vacunación. Por esta razón, sólo el sector servicios, en el tercer trimestre del año, creó más empleo que el conjunto de la economía, con 377.200 ocupados. A mucha distancia, la industria generó 63.000 empleos. Por el contrario, el empleo cayó en la agricultura en 49.600 trabajadores, y en 31.200, en la construcción.

No obstante, en términos anuales, el empleo aumenta en todos los sectores: 739.100 ocupados más en los servicios, y 44.300 empleos más en la construcción. En la industria, la ocupación creció en el último año en 44.400 personas; y en 30.400, en la agricultura. Así, el mercado laboral refleja la elasticidad del empleo en relación con el crecimiento de la actividad, independientemente del baile de previsiones sobre el crecimiento que hay entre el Gobierno, los analistas nacionales y las organizaciones internacionales.

El crecimiento del empleo es tan importante que es capaz de absorber el fuerte incremento de la población activa, y además, rebajar el desempleo. En el último año se han incorporado al mercado de trabajo 547.000 personas, entre quienes ya tienen empleo y quienes lo buscan por todos los medios. Por lo tanto, la cifra total de activos –23,4 millones de personas– es la más alta desde el tercer trimestre de 2012, en el penúltimo año de la recesión. Por lo tanto, la tasa de actividad –59,14%– es la más alta desde el tercer trimestre de 2016.

En este contexto, es importante reseñar que, en el tercer trimestre del año, el desempleo bajó en 127.100 personas. En el último año, el desempleo bajó en 306.200 personas. Es la primera vez que el desempleo desciende en términos anuales desde el primer trimestre de 2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus. Y, además, es la rebaja del paro más acusada desde el primer trimestre de 2019. También es verdad que todavía hay 200.000 personas en los expedientes de recuperación temporal de empleo, que no son consideradas como parados. Cifra a la que hay que sumar otras 902.400 personas que están inactivas en contra de su voluntad, y además no pueden buscar trabajo. Son aquellos trabajadores afectados por el cierre obligado de sus empresas por la pandemia y que, además, no encuentran alternativa porque el cierre está muy extendido en su sector. Como no pueden buscar trabajo no son considerados como personas paradas, porque no cumplen con el criterio de la Organización Internacional del Trabajo de búsqueda del empleo. Es decir que, entre las personas cubiertas por un ERTE y los inactivos todavía hay 1,1 millones de personas paradas que no figuran como tales.

Por lo tanto, la cifra total de parados es de 3.416.700 personas, lo que supone el 14,6% de la población activa. Por lo tanto, medio punto menos que la previsión para este año que el Gobierno plasmó en su Plan Presupuestario.

• El edificio sanitario se proyecta en los antiguos depósitos de abastecimiento de Emacsa situados en la calle Cañada Real Soriana

La delegada de Salud y Familias, María Jesús Botella, ha manifestado el “compromiso del Gobierno andaluz” con la construcción del nuevo centro de salud de Villarrubia, en un encuentro que ha mantenido en la mañana del jueves con el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, y el Consejo de Distrito de la barriada periférica en los terrenos donde se va a levantar el futuro equipamiento.

Según ha aclarado la Junta, el centro de salud se proyecta en los antiguos depósitos de abastecimiento de Emacsa situados en la calle Cañada Real Soriana.” El solar cuenta con una superficie de 1.288 metros cuadrados y con todos los servicios urbanísticos como abastecimiento, saneamiento, suministro eléctrico, telefonía y alumbrado público”, ha señalado la delegada.

Botella ha explicado que la Junta de Andalucía invertirá 1,98 millones en las obras y 244.000 euros para la contratación y dirección técnica de las mismas que “tendrán un plazo aproximado de un año”. También ha determinado que el edificio contará con un área de administración que albergará cortavientos, vestíbulo, módulo de espera, administración, recepción, atención ciudadana, almacén oficina y comunicaciones.

“El área asistencial incluirá atención inmediata con una sala de procedimientos diagnósticos y terapéuticos y módulo de espera. La clínica de adultos se compondrá de ocho consultas estándar, dos consultas polivalentes y un módulo de espera. La clínica pediátrica tendrá dos consultas de pediatría, sala de lactancia y módulo de espera. El área de servicios auxiliares incluye aseos, oficios, sala de residuos, almacén general clínico y un cuarto de basuras. El área de personal, que se compone de un estar de personal, vestuarios, biblioteca, aula de docencia, despacho de dirección y módulo de espera”, ha indicado la administración andaluza.

La Junta ha subrayado que este centro “dispondrá de dos áreas de dispositivos de apoyo compuestas de despachos de trabajador social, enfermería de enlace, salud pública, cirugía menor con consulta, sala y módulo de espera, así como una estancia de educación sanitaria con sala y almacén”.

La Junta de gobierno local del Ayuntamiento de Córdoba ha aprobado la aceptación de la cesión de un solar propiedad de la empresa municipal de aguas Emacsa donde se ubicará el nuevo centro de salud de Villarrubia. Es decir, Emacsa ha cedido el espacio al Ayuntamiento que, a su vez, lo cederá a la Junta de Andalucía, administración encargada de construir el nuevo espacio sanitario.

Botella ha recordado que “para el Gobierno de la Junta de Andalucía la atención primaria es prioritaria, de ahí el esfuerzo que están llevando a cabo para reforzarla en beneficio del ciudadano y de las personas que prestan sus servicios en estos centros”. En este sentido, la delegada ha afirmado que “desde la Consejería de Salud y Familias han demostrado nuestro firme compromiso con la salud de los andaluces y con el bienestar de nuestros profesionales, al haberlos situado como el principal objetivo e interés”.

Por último, ha señalado que la administración andaluza “seguirá poniendo los recursos necesarios para garantizar esa atención sanitaria de calidad y humana, independientemente de donde vivan los ciudadanos para garantizar la igualdad de oportunidades también en los núcleos rurales“.

• Estas actuaciones están orientadas a reducir las filtraciones que se vienen produciendo desde la construcción de la presa

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha adjudicado por 1.367.413,28 euros el contrato de obras para el tratamiento de impermeabilización de la margen izquierda del embalse de La Bolera, situado en los términos municipales de Pozo Alcón y Peal de Becerro, en Jaén.

Estas actuaciones, que contarán con un plazo de ejecución de 22 meses, están orientadas a reducir las filtraciones que se vienen produciendo desde la construcción de la presa en el vaso del embalse y mejorar su capacidad de regulación.

Para garantizar el aprovechamiento de esta reserva hidráulica, el proyecto contempla el tratamiento de las dos grandes zonas en las que se producen las filtraciones en su margen izquierda. La primera de ellas, situada a 1,2 kilómetros del cuerpo de la presa, y una segunda, en las proximidades, a unos 100 metros de la misma.

En ambas zonas se llevarán a cabo estudios geofísicos para la detección de vías importantes de infiltración, que centrarán los trabajos posteriores; la supervisión y tratamiento de sumideros con hormigón líquido; y el gunitado (hormigón proyectado) de ambas zonas de tratamiento.

El embalse de la Bolera, en servicio desde 1967, se ubica en el río Guadalentín y forma parte del Sistema del Guadiana Menor. Con una capacidad de 53,2 hectómetros cúbicos, sus recursos se destinan al regadío y al abastecimiento de la población, a los que se unen otros usos turísticos y recreativos.

• Los nuevos accesos contarán con pasos de peatones inteligentes.

• El aeropuerto de Sevilla inicia su despegue de estreno y con un 86% de rutas operativas

El Aeropuerto de Sevilla ha iniciado este jueves los trabajos para la reordenación de los viales que dan acceso a la zona de salidas del edificio terminal.

El proyecto, que absorberá una inversión de 595.000 euros, tiene un plazo de ejecución de siete meses y optimizará la funcionalidad y capacidad del área afectada, según explica Aena y el Ministerio de Transportes, en una nota de prensa.

En el marco de esta actuación, se reconfigurarán y segregarán los carriles de la calzada según el tipo de tráfico, de manera que a lo largo de todo el túnel de salidas habrá un vial para uso exclusivo del transporte público y otro para el transporte privado.

La obra incluye, asimismo, la renovación de la señalización y del mobiliario urbano, además de la ampliación del acerado que transcurre en paralelo a la fachada del terminal y la eliminación de las isletas que actualmente hay en los viales del túnel.

Pasos de peatones inteligentes

El cambio de señalización contempla la apuesta por fórmulas novedosas, como los pasos de peatones inteligentes, que se iluminan cuando detectan a viandantes en el entorno.

Con el objeto de minimizar la afección en el tránsito habitual de vehículos y pasajeros, la ejecución de los trabajos se ha planificado en 10 fases, reservando para horario nocturno –tras la salida del último vuelo-aquellas actuaciones que requieran un mayor despliegue de medios en la zona.