Díaz impone con los sindicatos la subida del salario mínimo a 1.000 euros, sin CEOE
- LA MEJORA TENDRÁ EFECTOS RETROACTIVOS DESDE EL 1 DE ENERO/ La medida beneficia a dos millones de trabajadores. La vicepresidenta Segunda, Yolanda Díaz, recalca que el incremento del SMI “sirve para mejorar los salarios en general”.
M.Valverde. Madrid
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que afecta directamente a cerca de dos millones de trabajadores, subirá este año de 965 a 1.000 euros brutos mensuales, con efectos retroactivos desde el 1 de enero. Por lo tanto, en términos anuales el SMI asciende a 14.000 euros brutos, tras la multiplicación por 14 pagas de los 1.000 euros al mes, según pactaron ayer la vicepresidenta Segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo.
Por segundo año consecutivo, la patronal rechazó el acuerdo sobre el SMI. La directora de Relaciones Laborales de la CEOE, Rosa Santos, explicó que, en la mesa de negociación, “prácticamente, el Gobierno ha ofrecido lentejas” a los empresarios: o las tomas o las dejas. “Nunca estuvo encima de la mesa” la posibilidad de negociar un incremento menor que el que ya estaba trazado de antemano por el Gobierno y los sindicatos: un incremento de la renta de 965 a 1.000 euros brutos al mes, lo que supone un aumento del 3,6%.
Santos, incluso, criticó la actitud “cainita” de un Gobierno que sube esta renta, pero no deja repercutirla a las empresas en los precios de los concursos públicos. “Somos partidarios de incrementar salarios y rentas en la medida en que la situación sectorial lo permita”, dijo Santos, que recalcó que un Salario Mínimo Interprofesional de 1.000 euros al mes interfiere en la negociación colectiva de las empresas. Es decir que, con el incremento constante de esta renta, cada vez son más los trabajadores afectados en las empresas por una renta que fija el Gobierno, por su influencia en la negociación colectiva.
Objetivos del Gobierno
Pero Yolanda Díaz fue muy clara sobre los objetivos que persigue el Ejecutivo con la subida constante del SMI: en primer lugar, “porque sirve para elevar los salarios en general”. Es decir, el efecto que tanto teme la patronal de repercusión en la negociación colectiva del sector privado. Junto a Unai Sordo y a Pepe Álvarez, la vicepresidenta dijo que, en segundo lugar, el incremento de esta renta supone la defensa de un modelo económico “basado en la productividad y la innovación y no en un modelo injusto, que fomenta la precariedad laboral y los sueldos bajos”. “Toda la Unión Europea está caminando con este modelo, le pese a quien le pese”, dijo también la cabeza de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición. A continuación contestó, indirectamente, al Banco de España y a todos los analistas privados y públicos, y organizaciones empresariales, “que pronostican las siete plagas de Egipto [de destrucción de empleo o de retracción de las empresas a crearlo] cada vez que se sube el Salario Mínimo Interprofesional”.
Para Díaz, “no hay ningún dato [del mercado de trabajo]” que permita asegurar que la subida del SMI destruye empleo”. La vicepresidenta se refirió así, sin mencionarlo, a que en 2021 el Banco de España presentó un informe sobre la subida del salario mínimo interprofesional y su repercusión en el empleo, tras la subida que tuvo lugar en 2019: desde 735 a 900 euros al mes. El estudio reflejó que, debido al aumento de este coste laboral, las empresas habían dejado de crear 173.000 empleos.
Pero la vicepresidenta remachó: “Lejos de todo lo que se ha dicho, la subida del SMI ha sido muy positiva para la economía y para nuestro país. Ha generado una política de rentas distinta, que es lo que hace que hoy estemos mejor que en tiempos precedentes”. Como acostumbra en su discurso, Díaz también tuvo un recuerdo para el último Gobierno del PP. “Alcanzar los 1.000 euros en 2022 es un hito muy importante para un país que venía de la legislatura previa del PP con un SMI de 735 euros brutos mensuales, que condenaba a los trabajadores a la pobreza”. Desde 2018, los dos mandatos de Pedro Sánchez han incrementado esta renta en un 36%; desde los ya citados 735 euros a 1.000 euros al mes. Desde 2016, con el anterior Gobierno del PP, el SMI ha subido un 41,3%, desde los 707 a los 1.000 euros al mes.
Otra subida en 2023
Es más, la vicepresidenta recalcó que el SMI seguirá subiendo en 2023, hasta cumplir con el acuerdo de Gobierno y con los sindicatos de cerrar la legislatura con una renta equivalente al 60% del salario medio en España. No obstante, esta es una cifra que debe acordar la comisión de expertos que Díaz nombró el año pasado para abordar la subida del SMI en un momento de grave crisis económica, como la que se derivó de la epidemia del coronavirus.
Según ese informe, el 60% del salario medio en España, como SMI, equivale a 1.050 euros mensuales. Es decir que el salario medio es de 1.750 euros mensuales y 24.500 euros al año. No obstante, Unai Sordo y Pepe Álvarez ya deslizaron ayer que estas cifras pueden quedarse pequeñas ante la próxima subida general de los salarios en la negociación colectiva. Hay otros factores que pueden influir en el incremento del salario medio, como la evolución de la inflación, el informe sobre la estructura salarial del INE o, incluso, la influencia de los fondos europeos en el tejido productivo. En principio, estos fondos tienen como fin atender sectores con mano de obra cualificada. Por ejemplo, la innovación, la investigación, la digitalización, la industria o la política medioambiental. En definitiva, es un aviso para las empresas, porque es probable que el salario mínimo interprofesional en 2023 tenga que superar los 1.050 euros mensuales.
En principio para este año, el SMI subirá a 1.000 euros brutos al mes y a 14.000 euros anuales. Es decir, 33,33 euros al día, y en el caso de los trabajadores eventuales y temporeros 47,36 euros por jornada cuando no excedan de 120 días en una misma empresa. En el caso de las empleadas del hogar el SMI es de 7,82 euros brutos por hora efectivamente trabajada.