El año arranca con subidas salariales del 6% en más de 20.000 empresas
- CONTAGIO/ La presión inflacionista empieza a trasladarse a los salarios en convenio. Ya hay más de 413.000 trabajadores que cobrarán un 6% más. En sólo un mes, la subida media ha pasado del 1,47% al 2%. En Cantabria y País Vasco rebasan el 4%.
J. Díaz. Madrid
Los dos principales riesgos de que el sarampión inflacionista derive en una enfermedad crónica, o persistente, son el contagio de los costes energéticos y de las materias primas a los precios de consumo y que esto, a su vez, se traslade a los salarios. Ambos peligros han comenzado a materializarse. El IPC encadenó en enero trece meses consecutivos en positivo, con un alza del 6,1% en tasa anual y en zona de máximos de casi 30 años, mientras que los salarios, aunque todavía lejos de esas magnitudes, empiezan a mostrar claros síntomas de contagio. Los convenios laborales registrados hasta enero recogen un incremento salarial medio del 2,01%, medio punto más que en diciembre y su tasa más alta desde 2019, antes de que la pandemia dinamitara la actividad económica, según las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo. Ese medio punto de subida en apenas un mes representa por sí solo un salto cuantitativo muy importante, ilustrando la presión que los precios ejercen sobre el mercado laboral, pero hay otros datos que evidencian que el veneno de la serpiente inflacionaria ya se ha inoculado con fuerza en una parte significativa del tejido productivo. Y es que el año ha arrancado con subidas salariales del 6% en casi 21.000 empresas (20.890, concretamente), un fuerte incremento que triplica la subida media. Hasta ahora, el alza se reparte entre 429 convenios que afectan a 413.890 trabajadores, el 10% de los 4,1 millones de empleados a los que afectan los convenios registrados hasta la fecha.
En enero de 2021, la mayor subida media rondaba el 4% y apenas afectaba a 2.631 empresas y 26.702 trabajadores. Estas cifras muestran la lenta pero inexorable infiltración de las presiones inflacionistas en los sueldos, una tendencia que podría agudizarse en los próximos meses ante la creciente presión de los sindicatos para actualizar los salarios y mitigar así la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. El vicesecretario general de UGT, Mariano Hoya, advirtió el miércoles de que si los trabajadores no recuperan poder de compra, “habrá confrontación en los centros de trabajo y distintos sectores y habrá conflictividad en 2022”. El sindicato reclama una subida salarial en convenio superior al 3,5% para este año.
Para las organizaciones sindicales, recuperar las cláusulas de garantía salarial en el próximo acuerdo de la negociación colectiva es algo prioritario, lo que preludia una dura batalla con la patronal CEOE, que esta misma semana ha hecho un nuevo llamamiento a “evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda”. Hasta ahora, la falta generalizada de estas cláusulas ha actuado como freno a las alzas salariales. De hecho, de los 7,6 millones de trabajadores afectados por convenios rubricados hasta diciembre del año pasado, solo 1,2 millones contaba con cláusula de revisión salarial; esto es, menos del 16%. En enero, la proporción ha cambiado: el porcentaje ascendía ya a casi el 31% (1,2 millones de empleados de los 4,1 millones registrados hasta esa fecha).
Todo ello en un contexto de máxima incertidumbre, en el que algunos expertos advierten de que la tormenta inflacionaria no solo no amainará a corto plazo, sino que arreciará. Así, Funcas vaticina que el IPC se disparará hasta el 7,1% en febrero, lo que llevará la inflación media anual hasta el 4,6%, nueve décimas más que en su previsión anterior. Y eso siempre que se cumplan las hipótesis de una progresiva relajación del precio del petróleo y de la electricidad a partir de abril. Es uno de los pronósticos más pesimistas hasta la fecha junto al de Banco Santander, que también augura un IPC medio del 4,6%, y supera con creces las predicciones de organismos como el Banco de España (3,7%, aunque en algunas comparecencias recientes, sus responsables hablan ya del 4%), la Comisión Europea (3,6%), o el FMI (3,5%).
La espiral inflacionista es en estos momentos el mayor riesgo para la recuperación. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió a mediados de enero evitar que la espiral inflacionista se traslade a los sueldos y provoque efectos de segunda vuelta, una llamada a la contención que, paradójicamente, hizo pocas semanas antes de que su Gobierno aprobara una nueva subida del SMI hasta los 1.000 euros con el rechazo tajante de la patronal.
Entre los grandes sectores económicos, la mayor subida salarial media se registra en la industria (un 2,05%), donde los incrementos pactados superan en algunos casos la tasa de inflación actual. Así, el convenio siderometalúrgico firmado en noviembre en la provincia de Sevilla recoge un alza de sueldos del 7,3% para 70.000 trabajadores del sector, subida que en el caso de Guipúzcoa es del 6,5%.
Los salarios también crecen a tasas medias del 2% en los servicios, con alzas del 3,6% en transportes y almacenamiento y del 3,8% en actividades artísticas y recreativas. En el sector agrario, el aumento medio es del 1,67% y en la construcción, del 1,6%.