De hecho, en el caso de estas tres provincias, la distancia más corta entre destinos no es la recta. Tampoco la más segura. En el caso de Granada, muchos conductores prefieren ir a Córdoba pasando por Antequera en vez de usar la línea más recta, que es la Nacional, solo por circular por las autovías A-92 y A-45. Sucede igual para ir a Badajoz, donde es más rápìdo y seguro ir por la A-92 hasta Sevilla y luego remontar por la A-66, la Ruta de la Plata, hasta la capital pacense, que por la vía natural que es la N-432. Es más, incluso para llegar a Lisboa, es más rápido y seguro ir hasta Huelva, entrar en el Algarve por la A-22 lusa, y luego subir por la A-2 del país vecino, cuando convirtiendo en autovía la actual Nacional se acortaría el número de kilómetros. Sería una autovía tranversal este-oeste, conectando también de forma más directa con una nueva capital europea, e incluso beneficiando a Almería, que también contaría con conexión directa a la capital portuguesa a través de carretera.
“Basta ya de intenciones. Necesitamos pasar a la acción”, exhortó la senadora granadina y exalcaldesa de La Zubia, Inmaculada Hernández, quien afeó al PSOE que “llevamos esperando 30 años a una carretera de 475 kilometros”, de los que “hay construidos 15”. “Hagan la cuenta. Necesitaremos 914 años, el ritmo de Pedro Sánchez para ver la carretera terminada”. Sin embargo, de esos 30 años de espera, en 14 años y 4 meses hubo gobiernos del Partido Popular en España, los casi ocho de José María Aznar y los poco más de seis de Mariano Rajoy. El senador socialista Ramón Morales recordó este hecho a los populares durante la intervención en el hemiciclo: “En 2012 paralizaron el proyecto y no se avanzó, por ejemplo en Jaén, ni un kilómetro. En 2014 dejaron caducar las DIA, lo que ha retrasado la actuación de toda esta autovía. Dicen que con Rajoy había un plan, y se quedó en eso”. “Siempre exigen obras de una carretera como si no hubiesen estado en el Gobierno anteriormente, o no tuviesen ninguna responsabilidad de Gobierno, pero cuando ellos gobernaron este país tenían un problema porque no miraban al sur, porque en Andalucía y Extremadura gobernaban los socialistas, y su conectividad no era una prioridad para el Partido Popular”, argumentó Morales.
El fango político se metió dentro del debate de una moción de una infraestructura necesaria para el país, y que defendió Hernández: “No es un capricho, es una necesidad”. Y esgrimió tres motivos, uno de ellos “por seguridad”, ya que la conversión en autovía de la N-432 “hará que el tráfico sea fluido, seguro y se vayan a evitar accidentes”, a lo que se preguntó “¿acaso el fallecimiento de ciudadanos no es un motivo para abordar esta carretera ya?” También justificó la necesidad de la A-81 por el “desarrollo económico de los territorios”, ya que “esta autovía sería conectar el Atlántico con el Mediterráneo y sería muy buena para potenciar el comercio, el turismo, la actividad económica y articular Andalucía y Extremadura”. En tercer lugar, “por equidad territorial” y “por justicia”: “Cuando en otros territorios se están haiendo infraestructuras que son menos necesarias, ya sea por accidentes o tránsito, Andalucía y Extremadura son las que están peor financiadas y atendidas en infraestructuras”.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la construcción de la A-81 es que tras la última revisión, su construcción quedó fuera de la Red Transeuropea de Transportes por carretera, ni siquera para la red extendida que tiene como frontera máxima de construcción el año 2050. El argumento de Europa fue la falta de un estudio informativo oficial y completo que pudiera justificar su inclusión, y así optar a ayudas comunitarias. “No tienen ni un solo papel que acredite que es una carretera urgente y necesaria construir”, ya que “desde 2018 no ha hecho absolutamente nada. Buenas palabras, ni un solo hecho”, criticó Hernández al Gobierno. “No es cuestión de ideologías. Ayuntamientos, Diputaciones de distinto signo político, todos están unidos en esta moción. Necesitamos que se incluya de forma seria en los PGE un calendario que sea creíble, que se pongan en funcionamiento ya las obras”, sentenció.
Aun así, la moción salió adelante y en ella se reclama al Gobierno “la redacción de los tramos Espiel-Córdoba y Córdoba-Pinos Puente“, sin especificar si se trata de redacciones de proyectos o de obras. También “agilizar la resolución ambiental del tramo Badajoz-Espiel y dar respuesta a las alegaciones formuladas en su momento por instituciones y diferentes organismos al proyecto de la A-81″. Son tramos, los tres en cuestión, de muchos kilómetros. El último de los mencionados roza los 280 kilómetros de largo, mientras que los dos anteriores, entre Córdoba, Jaén y Granada, están divididos en diez segmentos diferentes que suman 109,7. Actualmente en Granada se ejecutan las obras de la GR-43 entre Granada y Atarfe, y ya está en servicio el tramo hasta Pinos Puente, que forman parte de la que sería la A-81.
El PSOE anuncia licitación
El senador socialista Pepe Entrena, quien no estuvo presente en la moción según advirtió el PP, ha defendido “el compromiso firme del Gobierno de España” con la futura autovía Granada-Córdoba-Badajoz, “con inversiones reales y avances tangibles en su construcción en la provincia de Granada”. En este contexto, ha subrayado el tramo ya en servicio del tramo entre Pinos Puente-Atarfe, de 11,7 kilómetros; la construcción del tramo Atarfe-Granada, que ya alcanza el 30% de su ejecución y que permitirá conectar la capital con los dos primeros tramos de la GR-43, mejorando notablemente la seguridad y los tiempos de viaje, y, por otro lado, el próximo encargo del proyecto del tramo Pinos Puente-Cuesta de Velillos, que garantizará la continuidad de esta infraestructura hasta Puerto Lope.
Entrena ha denunciado la “demagogia” del PP, que “ahora reclama esta infraestructura mientras oculta que cuando gobernó no hizo nada”. “Es indignante ver cómo en la Cámara Alta el PP se sube ahora al carro de exigir la autovía, pero cuando tuvo la oportunidad de gobernar no hizo nada por esta infraestructura tan importante para vertebrar nuestro territorio. Es una desfachatez que ahora pretendan confundir a la ciudadanía”, ha criticado el secretario general en Granada del PSOE. Así, tras el posicionamiento del grupo socialista a una iniciativa del PP que “no recoge la realidad actual de esta infraestructura”, tal y como ha planteado el PSOE en sus enmiendas, ha pedido a los dirigentes del PP que “reconozcan las inversiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez destinadas a este proyecto en la provincia, así como los avances en su construcción”.
Ronda de contactos
El presidente de la Diputación de Granada, Francis Rodríguez, presente en el Senado durante el debate, ha anunciado una ronda de contactos con las diputaciones de Jaén, Córdoba y Badajoz para sacar adelante, lo antes posible, la autovía A-81. “La conversión en autovía de la A-81 es una necesidad urgente. No estamos hablando solamente de una carretera, sino de un proyecto que transformaría la realidad de muchas zonas de nuestra provincia, potenciando su desarrollo económico, atrayendo nuevas oportunidades, llenando los pueblos de vida y favoreciendo la competitividad de sectores clave como el turismo, la logística o la agricultura. La mejora de esta vía vertebraría Andalucía de una forma más eficiente, uniendo territorios, conectando pueblos y ciudades, y reforzando los vínculos históricos que siempre han existido entre provincias tan importantes como Granada y Córdoba”, ha afirmado Rodríguez.
“Con la conversión en autovía, esta carretera se convertiría en una de las principales puertas de entrada desde Portugal hacia Andalucía Oriental. Facilitaría el tránsito de personas y mercancías, creando un corredor que beneficiaría tanto a las economías de los municipios como al tejido empresarial de ambos países. También debemos tener en cuenta que Sierra Nevada, como principal estación de esquí para nuestros vecinos portugueses, se vería enormemente beneficiada con esta actuación. Una conexión más rápida y segura permitiría atraer a un mayor número de turistas portugueses, lo que impulsaría el sector turístico de Granada y fomentaría un intercambio cultural y económico más dinámico”, ha apostillado.