- CONSEJO DE MINISTROS/ Díaz llama a los empresarios a que se sienten a negociar un acuerdo para la negociación colectiva. Atribuye a “convicciones ideológicas de sus representados” las críticas de la patronal CEOE al Gobierno.
M.Valverde. Madrid
El Consejo de Ministros aprobó ayer la subida del salario mínimo interprofesional, desde los 1.000 a los 1.080 euros mensuales. Desde los 14.000 a los 15.120 euros anuales. Por lo tanto, supone una subida del 8%, frente a un incremento del 10% que pedían los sindicatos, y del 4%, que defendían los empresarios.
Los trabajadores beneficiados por esta medida son 2,5 millones, de sectores, fundamentalmente, como la agricultura, las empresas auxiliares, el comercio, la hostelería o la construcción, entre otros muchos. También las empleadas o empleados de hogar. La medida tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero, y es el resultado del acuerdo del Gobierno con los sindicatos, según informó ayer Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
Por varias razones, la patronal CEOE no aceptó la decisión del Gobierno. En primer lugar, porque hay muchas empresas y sectores que trabajan con mucha mano de obra, como en la limpieza, la construcción, mensajería y otras actividades.
Como consecuencia de ello, CEOE reclama que las empresas puedan elevar los precios como el SMI en los concursos públicos. Una reclamación que, hasta ahora, el Gobierno no ha atendido.
En tercer lugar, la patronal acusa al Ejecutivo de intervenir directamente en la negociación colectiva. Las sucesivas subidas del SMI afectan cada vez a mayor número de trabajadores, porque ya supera el salario mínimo del convenio en muchas sectores y empresas. Incluso, el SMI es superior al 70% del salario medio de muchas provincias españolas (ver información en la página 27).
Los empresarios critican así el acuerdo de Gobierno de legislatura y el pacto con los sindicatos de que el salario mínimo interprofesional sería en 2023 equivalente al 60% del salario medio. Exactamente, 1.080 euros al mes es el 57,7% de 1.876,6 euros, que fue el salario medio neto en 2022, según el informe sobre el SMI elaborado por la comisión de expertos designados por Díaz.
Precisamente, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta aprovechó el anuncio de la subida del SMI para pedir a los empresarios que negocien con los sindicatos la renovación del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (AINC). Un pacto que debería influir en los convenios desde 2022, con efectos retroactivos, hasta 2023 y 2024.
Es necesario recordar que los empresarios rompieron las negociaciones con UGT y CCOO el 5 de mayo de 2022. Y lo hicieron, porque los sindicatos insistieron en reclamar una cláusula de revisión para adaptar los salarios a la evolución de los precios. Entonces, el año pasado, éstos llegaron a superar una tasa interanual del 10%. Oficiosamente, la patronal ofrecía un incremento del 3,5% sin cláusula de revisión. Es el incremento que tuvieron los funcionarios en 2022.
La última propuesta de los sindicatos la formuló CCOO. Consiste en negociar los salarios teniendo en cuenta la situación económica de la empresa o el sector. La patronal CEOE la ha rechazado porque entiende que, entonces, no tiene sentido negociar un acuerdo paraguas para toda la negociación colectiva. Además, muchas pequeñas y medianas empresas se quedarían descubiertas ante los sindicatos. Precisamente, para eso valen los convenios sectoriales.
También es verdad que la CEOE está esperando a que la inflación siga bajando, sobre todo, a partir de la primavera, como calcula el Gobierno. La patronal espera conseguir el siguiente objetivo: una evolución de los precios más moderada, que permita una cláusula de revisión más asequible para las empresas.
El Índice General de Precios en enero fue del 5,8%, pero la inflación subyacente, que descuenta los efectos de los carburantes y de los alimentos frescos, se sitúa en el 7,5%.
En este contexto, Díaz dijo a la CEOE que “el Gobierno ha cumplido [con las medidas de protección de 550.000 empresas y 3,6 millones de trabajadores, por la crisis de la pandemia]. Ahora los agentes sociales tienen que estar a la altura”. Instó a la patronal a que “se siente a negociar, porque es necesario subir los salarios en convenio colectivo”. Y añadió que “esta crisis no la están causando los salarios”. Díaz atribuyó el enfrentamiento del Gobierno con los empresarios “a las convicciones ideológicas y legítimas de quienes representa” la patronal.
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