Por fin, después de un año y tres meses de peticiones sin atender, Granada afronta este miércoles en Madrid la reunión más importante de su historia reciente: la integración del ferrocarril en la ciudad y el Área Metropolitana. En la sede del Ministerio de Transportes, el responsable de infraestructuras del Gobierno, Óscar Puente, y la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, mantendrán el primer encuentro formal para debatir y encauzar una obra que transformará de forma radical ocho barrios de la ciudad, además de otros cuatro municipios aparte de la capital. Todo, a partir de las cinco de la tarde, y con las perspectivas de cara, a tenor de las reacciones al plan del propio Ministerio avanzadas por Puente en su última visita a Granada, donde abogó por la entrada en superficie, armonizando las vías con su entorno a través de espacios verdes, un replanteo de la estación en su emplazamiento actual, y sobre todo la cubrición de las vías con un falso túnel en las zonas más próximas a las viviendas de La Rosaleda. El coste de la actuación, más barata que el soterramiento, es un punto de partida en la que todas las partes están de acuerdo.

El quid de la cuestión llegarán con la financiación del coste de las obras, en quiénes y cuántos asumen, sobre todo, teniendo en cuenta que en esta primera cita faltará la tercera pata del banco, la Junta de Andalucía, que se debería sumar en las siguientes fases. Y también en las propuestas que llevará el Ayuntamiento de Granada a Madrid para mejorar el proyecto inicial, que en líneas gruesas, versará sobre la distancia del talud de la calle Jesse Owens sobre las viviendas, la potenciación de la estación como mirador turístico de la ciudad, y no menos importante, adelantar el desmantelamiento de la línea de Moreda, que parte La Chana, Cerrillo, La Cruz y Albayda, y los municipios de Maracena, Peligros y Albolote, con la construcción del bypass de Mercagranada, que discurre en una parte esencial por Atarfe. El ministro dijo que la integración en la ciudad podría hacerse en tiempo distinto al nuevo corredor exterior de la ciudad, pensado para mercancías, pero el gobierno local pretende que las obras se hagan al mismo tiempo. Esto podría alargar el periodo de obras, estimado por Transportes en “siete u ocho años” a algo más, incluido un aumento en los costes totales de ambas actuaciones, aunque nunca llegando a las cifras de un soterramiento completo.

• Fuente: Granada Hoy