El Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, ha sacado a licitación las obras para el proyecto de regeneración de la playa de Matalascañas por casi 5 millones de euros, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Las obras, que tendrán un periodo de actuación de cuatro meses, consistirán en la remodelación de nueve espigones y en el aporte de 700.000 metros cúbicos de arena. No obstante, la obra de regeneración de la playa no estará para este verano, teniendo en cuentas los tiempos necesarios para el proceso de licitación.
La memoria del proyecto recoge que la playa de Matalascañas «viene sufriendo desde hace tiempo una regresión muy destacada, con desplazamiento de cantidades masivas de arena, quedando la playa emergida en pleamar con una superficie muy reducida y en algunos tramos inexistente». Además, la acción del oleaje «se ha cebado con el acantilado arenoso que se desarrolla inmediatamente a poniente de la urbanización de Matalascañas, erosionándolo de una forma continua y persistente». Ello viene provocando «un retroceso paulatino del frente del acantilado, además de situaciones peligrosas cuando la marea está alta y no existen espacios disponibles entre el acantilado y la orilla, además de que la parte urbana de la playa registra problemas de déficit de sedimentos en algunos tramos».
Por ello, desde el Ministerio se ha valorado aportar artificialmente arena procedente de dragado en cantidades masivas, para «asegurar la funcionalidad de la playa a corto plazo», por lo que esta aportación «permitiría el conformar un perfil que garantice una superficie de playa emergida suficiente durante las próximas temporadas, mejorando los dispositivos de retención de sedimentos actualmente existentes sobre la playa, de manera que contribuyan con más eficiencia a la permanencia sobre la misma de la arena que se aporte, sin que a la vez se produzca una merma destacada en el transporte de sedimentos a lo largo de la costa». Por ello, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar ha desarrollado esta estrategia para la Protección de la Costa en las zonas donde se han detectado «mayores problemas de erosión», de hecho, en el proyecto se explica que se han estudiado hasta seis alternativas.
Costas se ha decantado por la remodelación de nueve de los actuales espigones para «recuperar la antigua capacidad de retención de arena del sistema». La actuación también contempla el relleno de arena procedente de dragado, con un volumen de 700.000 metros cúbicos. Este material se repartirá a lo largo de 3.700 metros de playa, siendo el inicio del punto de vertido el espigón norte actual, situado al inicio del paseo marítimo. La aportación de arena procederá de bancos sumergidos de Punta Umbría y del Dique Juan Carlos I, aunque no se descartan otros puntos de extracción.
Costas señala que las obras previstas «no tendrán ningún impacto negativo sobre la playa de Doñana», si bien la remodelación de los espigones «sí puede provocar una pequeña erosión en la propia playa de Matalascañas, hasta unos pocos de cientos de metros al sur del último espigón remodelado, una vez que el relleno aportado haya sido transportado completamente hacia el Sur».
Pala la subdelegada del Gobierno, María José Rico, el anuncio de la salida a licitación de esta obra es «una apuesta decidida del Gobierno de España» y «ratifica la estrategia del Gobierno en materia de protección de las costas que se están viendo erosionadas».
- Huelva Red