Ahora que el principal pantano de la provincia, el de La Viñuela, ha recuperado el nivel de los 50 hectómetros cúbicos, hasta triplicar el agua que almacenaba hace un año, esas aguas más salinas de lo normal podrán ser mezcladas con las aportaciones que en base a la legislación vigente le corresponden a los regantes de esta parte de la Costa del Sol. No obstante, entre las grandes obras pendientes, aún restan depuradoras por conectar con las comunidades de productores agrarios.
Agua en barcos
Otra importante mejora para afrontar futuras temporadas altas con más garantías de la que Málaga vivió el pasado verano, cuando incluso se barajó traer agua potable en barcos para mitigar los efectos de las restricciones, pasaba por mejorar y ampliar la desaladora marbellí. A principios de este mismo invierno se completaron unos trabajos de emergencia, con unos 7 millones de euros aportados por la Junta de Andalucía, para que esta infraestructura esté a punto de alcanzar una capacidad anual de producción de 20 hectómetros cúbicos.
Con un embalse de la Concepción que sólo puede almacenar agua para un año, y con esa asignatura pendiente de recrecerlo para que disponga de más capacidad, la empresa pública de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, Acosol, que se encarga de gestionar el agua en alta en esta parte del litoral malagueño, requería de esa mejora de la desaladora de Marbella para al menos no tener que volver a recurrir de aportaciones procedentes del Campo de Gibraltar.
Pero Acosol tiene otra importante iniciativa sobre la mesa. Este pasado mes de enero se suscribió un acuerdo para desarrollar, dentro del plan de inversiones de la Mancomunidad occidental, el anteproyecto de una segunda desaladora para esta parte de la Costa del Sol. La misma se localizaría en el término municipal de Mijas.
Al actual consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández Pacheco, también se le recordaba recientemente, por parte de los principales sindicatos agrarios en Málaga la necesidad de reforzar otra zona de la provincia donde generalmente hay abundancia de precipitaciones, sin que la mayoría puedan aprovecharse. Exigen que se retome la posibilidad de construir una presa de Cerro Blanco sobre el cauce del río Grande, a las faldas del Parque Nacional Sierra de las Nieves y en el entorno de municipios como Coín, Guaro o Cártama. La propia Junta ya instó al Gobierno central a considerar la posibilidad de retomar esta obra, que en su día fuese declarada como de interés general.
Asimismo se trabaja desde el pasado año en la modernización y aumento de la capacidad de las estaciones de tratamiento de agua potable en río Verde y Pilones. Y la Junta también prevé aprovechar «a medio plazo» las aguas recicladas, definitivamente «fundamentales para dar nuevos caudales al sector agrícola», en áreas del Bajo Guadalhorce, Guadalhorce y la comarca de Antequera. Así se dará respuesta para un futuro a fincas de olivares y cítricos que durante el pasado año sufrieron pérdidas de hasta el 90%.