Diario de Almería
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La puesta en servicio de la antigua carretera está prevista para las cinco de la tarde. Durante el periodo de obras, se ha convertido en un corredor verde avivando la demanda de carriles bici a trenes ligeros
Aguadulce y Almería capital se libran a partir de hoy de la tortura de los atascos en la autovía. Sobre las cinco de la tarde está prevista la reapertura de El Cañarete después de casi ocho meses de obras, pero también se acaba con el lado bueno de las complicaciones de comunicación que ha conllevado esta actuación de urgencia por los desprendimientos registrados en septiembre del pasado año. La retirada de vallas para reabrir al tráfico este tramo la antigua carretera nacional pone punto final a los ‘paseos saludables’, que han convertido en los últimos meses a El Cañarete en un espacio de deporte y recreo entre acantilados.
Durante el transcurso de los trabajos, iniciados el 7 de septiembre, son muchos los vecinos de Aguadulce, y también de la capital almeriense, los que han convertido a El Cañarete en un ‘corredor sostenible’ con un marco, desde luego, de gran belleza, muy transitado para la práctica de actividades deportivas, especialmente por las tardes.
La de ayer fue la última. Ciclistas, corredores o patinadores se despedían de esta ruta marítima junto a otras personas que la han hecho suya para caminar en estos paseos de múltiple edad y uso. Incluso, para cortar flores silvestres. La llamativa estampa de deportistas y viandantes reapropiándose de este espacio al desaparecer, por este periodo transitorio de obras, los vehículos de El Cañarete aviva la idea de convertir esta carretera en un corredor verde. Una antigua demanda ya realizada desde distintos ámbitos y con diferentes propuestas, de mayor o menor ambición, pero con del denominador común de buscar alternativas a los 15.000 vehículos que, de media, vienen circulando por la antigua carretera y aliviando la congestión de este tramo de la A-7, por el que han rodado, cada día, más de 63.000 vehículos desde el cierre de El Cañarete.
Ya en 2017, el Ayuntamiento de Almería instaba al Ministerio de Fomento del Gobierno central a estudiar la viabilidad del proyecto o iniciativa elaborada por la Asociación EnBiciate, que propone medidas que den solución a problemas de seguridad para los ciclistas y la construcción de un carril bici para conectar la capital almeriense con Aguadulce.
De esta petición, que iniciaba EnBiciate en el año 2014, el Consistorio almeriense se mostraba más ambicioso en otra moción, aprobada en febrero del pasado año al albor de los atascos y accidentes en la autovía, así como las consiguientes movilizaciones de los vecinos de Aguadulce.
El Ayuntamiento volvía a dirigirse al Gobierno de la Nación para reclamar la creación del tercer carril de la A-7 (la redacción del proyecto quedaba adjudicada en 2018), así como una actuación que acabe de una vez por todas y de manera global con los riesgos de desprendimientos en El Cañarete. Y, ya de paso, hacer de este tramo de carretera nacional un “paseo saludable”, una propuesta que formulaba de manera embrionaria y sin dejar del todo claro si la misma comprende el cierre total al tráfico rodado o no.
La idea, que obtuvo el respaldo unánime, introduce en El Cañarete carriles para bicicletas, patines, zonas de actividades lúdicas y deportivas, más una posible circulación restringida para vehículos. ¿Pero hay espacio para todo?
Colegio Oficial de Arquitectos de Almería
La propuesta lanzada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, la más ambicioso al tener una visión de ámbito metropolitano, da respuesta a ello. Es posible. Al menos, desde el punto de vista técnico, sin tener en cuenta los costes de inversión.
Los arquitectos han venido defendiendo aprovechar las varias obras de refuerzo de la pared rocosa para acondicionar los taludes y ampliar la sección de la carretera, de tal manera que pueda generarse espacio suficiente para permitir paseos peatonales, carriles bicis y carriles específicos de transporte público con lanzaderas, ya sean autobuses eléctricos, tranvía o tren ligero, que conecten a Aguadulce con el Puerto y, en el futuro, este recorrido sostenible alcance la Universidad, mejorando sin duda la movilidad este-oeste y la transversalidad peatonal de la ciudad al mar.
También hay iniciativas complementarias, como la sugerida por Somos Acción Ciudadana de crear una línea marítima que conecte los puertos de Roquetas, Aguadulce y Almería, con una ruta en barco, con capacidad para unos 164 pasajeros, de 11,4 millas.