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Almería: El frente litoral se abrirá a la restauración y el ocio con la ampliación del Muelle de Levante

  • En cuatro años podría estar la primera actuación contemplada en el proyecto Puerto-Ciudad, que se hará por fases y requiere una inversión de 22 millones de euros

La capital almeriense ya está preparada para abrirse a la bahía. La Autoridad Portuaria de Almería presentó ayer los proyectos a desarrollar entre el Muelle de Levante y la playa de San Miguel, que están llamados a abrir el frente litoral capitalino a la ciudadanía, llenando de una más que atractiva oferta de ocio y restauración un entorno ya de por sí frecuentado por los almerienses pero cuya transformación urbanística, sin duda, servirá como reclamo tanto para los vecinos de los municipios cercanos como para quienes visiten la ciudad durante la temporada de cruceros.

Una ambiciosa actuación basada en el masterplan acordado con el Ayuntamiento de Almería dentro del proyecto Puerto-Ciudad que se realizará por fases, de manera que se pueda desarrollar en función de la oportunidad y de la disponibilidad financiera, para la que el Consistorio podría recurrir a fondos de la Junta de Andalucía, y que contará con una inversión global de casi 22 millones de euros.

Será por ello que esta iniciativa pública, que deberá contar también con una importante apuesta privada, acometerá en primer lugar, con un plazo de ejecución de cuatro años, la ampliación del Muelle de Levante, para la que se prevén siete millones de euros -es decir, el 32,5% del total-, así como la construcción de un puente peatonal sobre la Rambla, que costará un millón de euros -4,65%-.

Las Almadrabillas

Para más adelante quedará la intervención en el Parque de las Almadrabillas, que requerirá 4,5 millones de euros. En concreto, el tramo entre la Rambla y el final de las instalaciones deportivas del Club de Mar necesitará tres millones de euros -el 13,95%-, mientras que el correspondiente al espacio entre este punto y el espigón de la playa de San Miguel tiene presupuestado 1,5 millones -el 6,98%-.

La consolidación, mejora y puesta en valor del cargadero conocido como Cable Francés contará con un total de ocho millones de euros -el 37,21%- y, la ampliación de la zona del Club de Mar, un millón más -es decir, el 4,65%-.

Así lo explicó ayer Antonio Bayo Martínez, jefe del Departamento de Planificación de la Autoridad Portuaria de Almería -APA-, al desgranar los pormenores de la intervención ante la sociedad almeriense en la jornada ‘Actuaciones puerto-ciudad en el Puerto de Almería’ organizada en colaboración con RETE, una asociación internacional sin ánimo de lucro interesada en la colaboración entre puertos y ciudades que integra más de sesenta localidades de una decena de países de todo el mundo y que lidera, desde octubre de 2020, la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cádiz, Teófila Martínez.

El proyecto está, avanzó Bayo Martínez, «redactado por completo» e incluye dos acciones principales, como son la ampliación del Muelle de Levante, que duplicará su tamaño actual; y la recuperación ambiental de la zona de las Almadrabillas, donde ya se está actuando sobre el que será el buque insignia del Puerto-Ciudad: el Cable Inglés.

De hecho, tal y como avanzó el presidente de la APA, Jesús Caicedo, los trabajos para convertir el área superior del antiguo cargadero de mineral en un paseo peatonal y mirador hacia la bahía de Almería está ya al 90% de ejecución. «En próximas fechas -abundó el jefe de Planificación de la entidad portuaria- será un paseo espectacular con unas vistas imponentes» que, además, tras una importante inversión público-privada que se desarrollará en una siguiente fase del proyecto redactado por el arquitecto Ramón de Torres, contará con una sala de exposiciones y un restaurante, entre otros servicios.

Un muelle para las 24 horas

Con la ampliación del Muelle de Levante se persigue la creación de un espacio multifuncional en el que «haya gente las 24 horas del día», especificó Bayo. De ahí que el proyecto compatibilice, además de la actividad de Salvamento Marítimo y la administrativa de la propia APA, locales para oficinas y para ocio nocturno y restauración.

Este proyecto, apuntó el representante de la Autoridad Portuaria de Almería, se realizará en dos niveles puesto que bajo la zona principal está prevista también la construcción de un aparcamiento. Estará, además, circundado con una valla transparente que se elevará con la llegada de cruceros a este mismo muelle. De hecho, se ampliará el calado del dique para que puedan atracar en él navíos de mayor tamaño.

Y, junto a esta actuación, para vertebrar el recinto portuario con el centro de la ciudad, se llevará también a cabo el puente peatonal que enlazará el Muelle de Levante con la Rambla de Almería.

La transformación del área de las Almadrabillas hacia el paseo marítimo destacará la presencia del Centro de Actividades Náuticas «ahora abandonado y hundido» y se destinará a zona de grandes eventos al aire libre.

Cable Francés

Esta recuperación integral del frente litoral no estaría completa sin la rehabilitación del Cable Francés, para el que el arquitecto Juan Carlos Sánchez-Cañete Liñán ha realizado una impresionante propuesta que ya pudo visualizarse ayer; si bien, quedará para una de las últimas fases a ejecutar, y para la que se ha previsto una inversión de ocho millones de euros, es decir, el 37,21% del total.

Para hacer posible el Puerto-Ciudad, ya en los primeros años de 2000 comenzaron a ejecutarse las primeras actuaciones. Entre ellas, la construcción de una nueva infraestructura de embarques, pasarelas y rambla ro-ro para el transporte de pasajeros hacia el Norte de África, así como el traslado del tráfico de graneles -principalmente yeso, del que Almería «es uno de los principales productores mundiales»- al Muelle de Pechina, o la creación de la terminal de contenedores.

Y, en los últimos años se ha empezado también a trabajar en la reordenación del puerto pesquero, donde está planteada, asimismo, una zona lúdica y de restauración con vistas hacia la bahía, «aislada de la actividad pesquera pura y dura», junto a la antigua lonja, remodelada para segundas ventas.