Almería: Listo el proyecto de 10 millones para acabar con los pozos negros en Cabo de Gata
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El Ayuntamiento de Almería avanza la pronta licitación de las obras que pondrán fin a este problema del entorno protegido de Las Salinas
La Junta de Andalucía ha concluido el proyecto que permitirá dotar de redes de saneamiento a La Fabriquilla y La Almadraba de Monteleva, dos característicos núcleos urbanos del turístico barrio de Cabo de Gata que, a pesar en encontrarse enclavados en el mismo parque natural y en una zona tan sensible como Las Salinas, a día de hoy no cuentan con alcantarillado y sus vecinos se ven obligados a usar pozos negros para dar salida a las aguas residuales.
“El proyecto está terminado y esperamos que nos den traslado de él en breve, resolviendo así una situación que llevaba enquistada desde hace muchos años”, ha adelantado la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, quien recordó que se trata de una cuantiosa inversión de diez millones de euros, ya que es necesario ampliar la capacidad de la estación depuradora de Cabo de Gata para poder acoger las aguas sucias de estas dos barriadas que llevan reclamando desde hace más de una década soluciones a esta situación, en la que también ha llegado a intervenir el Defensor del Pueblo Andaluz.
El anuncio de Cobos sobre la conclusión del proyecto, fruto del convenio firmado con el Gobierno andaluz, se produjo en el transcurso del último Pleno celebrado por el Ayuntamiento de Almería al que el Grupo Municipal Socialista presentó una moción urgiendo al equipo de gobierno a la adopción de medidas y, recordando, el tiempo transcurrido sin noticias acerca de este proyecto.
Cobos, ha defendido los avances “conseguidos de la mano del Partido Popular al frente de la Junta de Andalucía, una obra que supondrá -incidió- una inversión de más de 10 millones de euros y sigue adelante. Nos gustaría que estuviera terminada, pero precisa de unos trámites”, abundó la edil del PP, quien continuó su rapapolvo al Grupo Socialista.
“¿Cómo tienen ustedes los escrúpulos de pedir y exigir celeridad sobre algo que, teniendo responsabilidad de gobierno, durante cuarenta años al frente de la Junta, ignoraron, tanto o más que a los propios vecinos”, a los que “dieron una patada”, censuró Margarita Cobos.