Ana Chocano (Ceacop): “Las inversiones no se pueden decidir por ocurrencias políticas sino con criterios técnicos”
El Economista
Hace tres años se hizo cargo de esta organización cuando las licitaciones públicas apenas existían. Ahora lucha por dignificar un sector que ha salido de la crisis más pequeño pero fortalecido y con la lección aprendida.
¿Qué tal se ha comportado el sector en 2019? ¿Han crecido las licitaciones públicas?
Aún no están cerrados los datos definitivos, pero en comparación con el año anterior va a haber un cierto crecimiento en el volumen de adjudicación sobre los 1.800 millones del año anterior. Se han producido algunas adjudicaciones de infraestructuras de gran tamaño, y eso desvirtúa la estadística, en el sentido de que son pocas actuaciones, al ser pocas empresas las que van a ejecutar, aunque en volumen de inversión aumenta mucho.
En cualquier caso, la cifra seguirá muy alejada de los 2.500 euros que Ceacop considera el mínimo de inversión anual en Andalucía… Hay que darse cuenta de que en Andalucía ya tenemos un parque de infraestructuras grande, y ahora el presupuesto que hay que destinar para mantener esas infraestructuras absorbe mucha cantidad de recursos. Entonces, a eso hay que sumarle siempre un poquito más para seguir avanzando y acabar de desarrollar determinados sistemas de comunicación en áreas metropolitanas. Estimamos por eso que entre 2.500 y 2.800 millones es la cifra óptima para mantener la inversión. Además, con eso se conseguiría mantener una población estable trabajando en el sector, porque nuestra tasa de paro sigue estando muy por encima de la española.
¿Qué administraciones han licitado más?
Este año ha vuelto a recuperar el impulso la Administración central desde las grandes infraestructuras de comunicación. Luego, están los ayuntamientos, y la menor inversora ha sido la Junta. El orden lógico sería Estado, Junta de Andalucía, ayuntamientos y diputaciones. Durante los últimos tres años, los ayuntamientos son los que han tirado del gran volumen de inversión en Andalucía, pero ya, por fin, los ministerios han vuelto a coger el mando.
En una década pasamos en Andalucía de 7.000 millones en inversión en el año 2006 a sólo 700 millones en 2016, año que tocaron fondo. ¿Cree que desde entonces la evolución es satisfactoria? Es francamente mejorable. Hemos estado arrastrándonos por el fondo varios años y ahora intentamos salir. Nos alarman en cierta medida varios asuntos. Primero, en el caso del sector privado, la recuperación o reactivación del sector de viviendas privadas llevaba ya dos años moviéndose a buen ritmo, pero desde verano se ha parado. No se han anulado proyectos, pero ya no se tiene tanta prisa por sacarlos. Hay una cierta ralentización, que no paralización. Y en el caso de las administraciones, necesitamos una mayor inversión y apuesta por infraestructuras y equipamientos públicos.
Hay nuevo Gobierno PSOE-Podemos. ¿Qué expectativas tiene?
El nuevo Ministerio nos crea cierta intranquilidad, porque ha perdido hasta su nombre. Ya no es Obras Públicas o Fomento. Es Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Ni Vivienda aparece en el nombre. Esto da idea que este Gobierno, al igual que el de la Junta, sin hacer distinciones entre partidos políticos, pone su máxima prioridad de inversión en Sanidad, Educación y en Políticas Sociales, y eso es bueno. Pero olvidan que las infraestructuras que hacemos cubren esas tres patas. Cualquier colegio necesita el continente o edificio y el sistema urbano que va alrededor del mismo. Igual pasa con los hospitales o la asistencia social, que se desarrolla en un territorio.
Se cumple un año del nuevo Gobierno andaluz. ¿Se ha notado algo?
Mucho nos tememos que el problema es que no hay el suficiente presupuesto que realmente necesita la sociedad andaluza. Hay un cambio de planteamiento con este nuevo gobierno y hay cosas que han cambiado. Hay algunas gestiones que se han mejorado y otras muchas que siguen igual y son muy mejorables. Nosotros siempre tenemos, por ejemplo, una gran cruzada con el Canon del Agua. ¿Por qué? Pues porque es dinero que se recauda todos los meses y es dinero que está ahí disponible para que nosotros podamos trabajar, que es lo que queremos. Y además, sirve para favorecer el medio ambiente, para evitar que nos multen en Europa, y para crear empleo. ¡Pero es que el dinero está ahí y no se usa!
El actual Gobierno andaluz dice que había un desfase del ejecutivo anterior. Pero ¿por qué no está ejecutando esos planes ya? La explicación que nos han dado en la Consejería, en la Dirección General del Agua, es que lo primero que han hecho cuando han llegado es ver qué había realmente. Qué necesidades hay -son 300 actuaciones las declaradas de Interés General- y en cuáles hace falta actuar y cuáles son las más urgentes. Es que esto también es un maremágnum. Se construye desde la Junta de Andalucía, pero después se entrega y se explota en los ayuntamientos, y luego estos son los que tienen que facilitar los terrenos. Por lo tanto, el entendimiento entre administraciones siempre es complicado. Y esto, a la hora de gestionar una infraestructura, ocasiona dificultades y retrasos. Entonces, la gestión es francamente mejorable. La idea es darles un voto de confianza a los actuales gestores para ver si desbloquean la situación. Estos tienen muy buena intención, pero la situación es la que es y no acaban de hacerlo a la velocidad que nosotros necesitamos.
Ustedes consideraron el anterior Plan de Infraestructuras, el PISTA, como una “tomadura de pelo”. Ahora el nuevo Gobierno ha presentado el PITMA 2021-2027. ¿Qué opinión les merece?
Hemos pedido varias veces a la consejera poder participar en la redacción de este plan. O al menos aportar nuestra óptica. Y nos han dicho que lo van a hacer ellos con sus medios y que luego, cuando lo aprueben, nos lo harán llegar para que nosotros podamos opinar e interpretar. ¿Qué pedimos nosotros de ese plan? Pues lo que pediría cualquier ciudadano responsable como tal y como empresario: que la planificación se haga con lógica. Que sea desde el punto de vista técnico y no por ocurrencias políticas. Porque luego se cambia de equipo de gobierno o de partido y no se termina lo que ya hay sobre la mesa, sino que se inventa otra cosa totalmente distinta. Vamos a tener claro qué es necesario para Andalucía y vamos a ejecutarlo, sin interferencia política. Hay un ejemplo que a mí me saca de mis casillas y es la conexión ferroviaria de Sevilla con Granada y Málaga, en media distancia. En octubre de 2018 hubo unas lluvias torrenciales y las consecuencias fueron, entre otras, que el temporal se llevó por delante un puente ferroviario en El Rubio (Sevilla). Se ha construido ya ese tramo con una obra que está lista y que tiene el visto bueno de la Agencia de Seguridad Ferroviaria. y no se pone en marcha por la falta de acuerdo político entre el Gobierno y la Junta… Y los miles de usuarios teniendo que bajarse del tren para coger autobuses… ¡Seamos responsables, por favor!
Hablemos de prioridades técnicas. ¿Tiene Ceacop una lista de obras básicas que no se acometen en Andalucía?
Claro. Antes le hablaba del Plan de Depuración y Saneamiento con cargo al Canon del Agua. Por otra parte, a día de hoy, en pleno siglo XXI, hay niños que siguen acudiendo a colegios con aulas prefabricadas o caracolas. Esto da un poco de repelús. Construyamos colegios. También hay edificios de las administraciones, en nuestra tierra, que están en desuso. Vamos a darles un lavado de cara y actualicémoslos. Hay hospitales que también se deben mejorar. O ese hospital que hay en Huelva y que no se pone en uso porque le faltan dos rotondas, desde hace dos años. En todas las provincias hay algo que acometer. Y además hablamos en muchas ocasiones de inversiones mínimas.
¿Y en cuanto a grandes proyectos? ¿Cuáles son prioritarios?
Sobre todo, para Sevilla y su área metropolitana, aunque para el resto de Andalucía influye menos, y que mejoraría sus comunicaciones con Huelva, Cádiz y el resto de España, la SE-40. Con túnel o con puente, pero lo que sea ya. Lo que no puede ser es que haya una obra adjudicada desde hace diez años y que aún hoy no sepamos si vamos a ir por arriba o por debajo del río. Es como el Metro de Sevilla, ¿metro por arriba o por abajo? Por donde quepa y lo que el dinero nos permita. Pero hacer estas infraestructuras ya.
¿Veremos algún día la conexión ferroviaria del Puerto de Algeciras con Europa por el Corredor Mediterráneo?
El corredor del Mediterráneo es un proyecto europeo, uno de los ejes ferroviarios de transportes de mercancías más importantes de toda la UE. Conectará el sur de España con Centro Europa. Un corredor que ahora muere en Almería. Moría en Murcia hace cuatro años, y ahora se ha prorrogado a Almería. Pero de Almería a Bobadilla aún queda mucho. En Andalucía se ha desarrollado una línea de Alta Velocidad que puede utilizarse en parte para mercancías en el corredor del Mediterráneo. Pero las necesidades de las líneas de pasajeros y de mercancías, a veces no son compatibles al 100%. Y desde luego lo que no tiene razón de ser es que la conexión entre Algeciras y Bobadilla no se haya modificado desde el siglo XIX. Siguen siendo trenes diésel.
Los empresarios del Levante se han movilizado mucho para conseguir ese Corredor hasta Murcia. ¿Nos falta más presión a los andaluces? Mi impresión es que sí. Envidio la plataforma valenciana del Corredor del Mediterráneo, porque han conseguido en poco tiempo que allí sea una realidad. Es cierto que ellos tienen una posición más privilegiada y nosotros somos más perifería pero precisamente por eso deberíamos como empresarios tomar ejemplo y copiar el modelo.
Una infraestructura polémica: la carretera que iría junto a Doñana, para unir Cádiz y Huelva. ¿Qué opina Ceacop? Técnicamente es posible. ¿Compensa económica y socialmente? Desde mi opinión no. Si la SE-40 estuviera terminada, la conexión hasta Huelva y Cádiz por ella supondría 15 o 20 minutos más de trayecto, que una conexión directa a la altura que la pongas. Y, además, debes cruzar el Guadalquivir, antes o después del Parque. Al final, tendrás más o menos dificultades con el mundo animal y vegetal. Por lo tanto, no merece la pena esa inversión.
Ahora que hemos tenido la Cumbre del Clima, ¿se ha aparcado ya la idea de las constructoras enfrentadas al medioambiente? Yo creo que las constructoras siempre hemos sido más ecologistas que los que esgrimen la bandera del ecologismo. Muchísimo más. Lo que pasa es que la sociedad siempre nos ha visto como el malo que destruye el medio ambiente. Pero luego el ciudadano es el primero que utiliza lo que nosotros construimos. Nosotros siempre hemos sido bastante cuidadosos en la ejecución de nuestras obras. Siempre es mejorable todo, claro. En todos los proyectos hay algo que se llama restauración paisajística, es decir, dejar el entorno tal y como te lo has encontrado, sin basuras o desperdicios. Esa etiqueta pues que nos ha puesto la sociedad de que somos los malos, es falsa.
¿Cuántas empresas y empleo tiene el sector en Andalucía? Estamos entre los 100.000 y los 130.000 puestos de trabajo que genera directamente. Nosotros tenemos en nuestra asociación 250 empresas. Ha habido muchas empresas que han cerrado con la crisis, pero otras empresas pequeñas, que consiguieron cobrar deudas pendientes con la Administración gracias al Plan de pagos a proveedores, han conseguido mantenerse. El problema es que si se para ahora el sector privado y el público no tira lo suficiente, las empresas no tenemos ya nada que cobrar. Llevamos diez años con una actividad mínima.
El año que viene hay elecciones en Ceacop. ¿se presentará de nuevo? Todavía es pronto. Yo no soy empresaria, soy la voz de ellos. Yo siempre estaré a lo que ellos quieran. Si no lo estiman oportuno, yo daré un paso atrás y volveré a la gerencia y se volverá a tener a un empresario al frente.