Cádiz: Las dudas sobre la segunda línea del tranvía en Cádiz dejan en el aire grandes reformas viarias en la ciudad
- La Junta congela esta operación que iba a cruzar la nueva avenida de Astilleros y llegar al muelle
- La primera línea del metropolitano invirtió 15 años de obras y un coste de 267 millones de euros
- El gran fiasco del segundo puente: millones de euros para el paso de un tranvía que no existe
La segunda línea del tranvía metropolitano, que debía unir Cádiz con Jerez a través del puente de la Constitución de 1812, tiene un futuro cada vez más incierto.
En una entrevista con este diario, Antonio Sanz, consejero de Presidencia, confirmó que la Junta “ahora mismo tiene otras prioridades. Culminar el Trambahía (entre Cádiz y Chiclana) fue durísimo. Hoy es un éxito indiscutible pero la línea 2 no está ahora entre las prioridades. La etapa de las promesas falsas y las maquetas presentadas y no culminadas es anterior a nuestra llegada al Gobierno andaluz”.
La primera línea del tranvía metropolitano tardó en construirse unos quince años, activándose definitivamente ya en la etapa del PP, y superó los 267 millones de euros de coste. Poco a poco se va afianzando como medio de transporte público en la Bahía, sobre todo por su conexión con Chiclana, ciudad que a pesar de acercarse cada día más a los 100.000 habitantes no tiene estación de tren en su término municipal.
La línea 2 se planteaba como cierre del anillo, uniendo la capital con Jerez y utilizando para ello la plataforma que se había construido expresamente para el tranvía en el segundo puente. Esta infraestructura provocó que el puente acumulase varios meses más de retraso en su ejecución, al ser necesario modificar el proyecto original, y elevase su coste en unos 50 millones de euros más. Desde que se inauguró el puente de la Constitución de 1812, estos dos carriles no han tenido apenas uso, y de ello han pasado ya cerca de diez años.
Las palabras de Sanz además de claras respecto a las intenciones de la Junta a corto y medio plazo respecto al tranvía, también traslucen lo que ya muchos sospechaban: que la segunda línea no se va a ejecutar nunca, sobre todo porque entre Cádiz y Jerez hay una buena conexión ferroviaria que no se tenía entre la capital y Chiclana.
Y, además, la Junta acumula ahora una serie de proyectos relacionados con Cádiz con presupuestos muy elevados: la Ciudad de la Justicia y el Hospital Regional, que entre ambos se pueden llevar más de 700 millones de euros. A la vez, la administración regional ha recogido el guante a la hora de proyectar viviendas de protección oficial en toda la región, por lo que se supone que unas cuantas caerán en nuestra zona.
Una avenida esencial en las comunicaciones internas de la ciudad
Congelado este proyecto, su no ejecución toca ya de lleno a una de las operaciones más relevantes que tiene pendiente el Ayuntamiento de Bruno García, y que se encuentra dentro de sus prioridades. Nos referimos a la construcción de la nueva avenida de Astilleros.
Pendiente desde los tiempos del mandato de Teófila Martínez, y sin ejecutar tampoco en la etapa de José María González, el Ayuntamiento de García ya ha reservado una partida de 12 millones para poner sacar adelante una de las vías más relevantes de la ciudad, que hoy funciona de manera muy precaria, pues mejorará la conexión del casco antiguo con el nuevo puente.
La futura avenida contará con dos carriles para los vehículos en casa sentido, un carril bici y un acerado para los peatones, hoy casi inexistente. Igualmente, desde un principio se pintó a lo largo de toda la mediana una plataforma exclusiva para la nueva línea del tranvía, con la estación de llegada y salida rumbo a Jerez.
La idea que siempre ha manejado el Ayuntamiento es que esta plataforma iba a ser financiada por la Junta. Sin embargo, ahora se acerca el momento de diseñar de forma definitiva esta arteria y la Junta ni está ni se le espera para pagar una vía del tranvía que tal vez nunca utilice.
De esta forma, el gobierno municipal tendrá que decidir a corto plazo si construye la avenida sin la plataforma o si deja el hueco para la misma por si en generaciones futuras se ve el tranvía metropolitano pasando por ella.
Pero hay más. La intención del Ayuntamiento y de la Autoridad Portuaria era alargar el trazado del tranvía hasta la futura zona de ocio, esparcimiento y comercio que se habilitará en el actual muelle de contenedores.
La idea era atravesar la plaza de Sevilla, discurrir a través del muelle Ciudad ya reformado e integrado en la trama urbana y meterse en la zona portuaria que, en su momento, se convertirá en uno de los más relevantes pulmones de la ciudad. Se lograba con ello, se decía, una conexión sostenible y limpia, reduciendo la entrada del coche privado.
No parece que se pueda replantear una actuación de este calado limitando el tranvía a un trazado interior, y muy limitado, por la ciudad sin conexión con las principales localidades de la Bahía.
En su día, durante el gobierno de Teófila Martínez, se llegó a diseñar un tranvía urbano que iba a circunvalar todo el casco histórico. E incluso no se descartaba su extensión por Puerta Tierra.
Sin el tranvía por la ciudad, también se está a la espera de que el gobierno municipal saque adelante el concurso para un renovado servicio del autobús urbano, que acumula años de retraso.