- Transportes se compromete a licitar la redacción del proyecto, se hará un convenio para estudiar cómo costear la carretera y se cederá la variante de Porcelanosa
Tras varios años de idas y venidas y de cruces de acusaciones, parece que, por fin, podrá finalizarse el tramo que queda de variante Oeste en Córdoba, es decir, los 2,3 kilómetros que deben unir las carreteras de Palma del Río y el Aeropuerto. El director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Juan Pedro Fernández Palomino, y el director general de Infraestructuras Viarias de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, Alfonso Lujano, se han reunido este lunes en Madrid para desencallar el proyecto.
Según ha informado el ministerio, ambas administraciones han acordado “reactivar el proyecto” y se han establecido los pasos a seguir para que el tramo norte de la variante sea una realidad. Esos pasos se materializarán en la licitación del contrato para redactar el proyecto de ejecución y hacer un convenio para ver cómo se financia la infraestructura. Además, se incluye la cesión de la titularidad de la variante de Porcelanosa a la Junta de Andalucía.
La licitación de la redacción del proyecto correrá a cargo del ministerio que dirige Óscar Puente. Por otro lado, ambas administraciones se han emplazado a reunirse tras el verano para poder empezar a redactar el borrador que fije las bases del convenio que sirva para financiar la carretera.
Un protocolo caducado
Ha sido el propio ministerio el que ha recordado que esta actuación tiene su origen en un protocolo de colaboración que firmaron la Junta y el por entonces Ministerio de Fomento en octubre de 2006. Dicho protocolo incluía la ya nombrada variante de Porcelanosa (acondicionamiento de enlace y mejora del trazado de la autovía A-4 entre los kilómetros 404 y 405, en servicio desde 2015) y el tan esperado tramo norte de la variante Oeste.
El protocolo establecía que, una vez ejecutadas las obras de ambas actuaciones, la Junta de Andalucía asumiría la titularidad de los dos tramos construidos; haciéndose cargo de su conservación y explotación. Ahora, se desencalla no solo la obra de la variante Oeste, sino la cesión de la de Porcelanosa a la Junta, que tendrá que pedir la cesión de la misma.
Un entendimiento que tarda en llegar
El entendimiento entre Gobierno y Junta era esencial para retomar el proyecto de la variante Oeste dado que, aunque estos 2,3 kilómetros dependen del Ejecutivo central, el autonómico también debe colaborar al conectar con una carretera de su titularidad, la A-431. Sin embargo, el encuentro no acababa de llegar y los cruces de acusaciones se han ido sucediendo durante mucho tiempo.
Lo que la Junta ha dicho hasta ahora, por activa y por pasiva, es que era el Gobierno el que tenía que retomar las conversaciones, dado que la mayor parte de la infraestructura es de su competencia. Aseguraban también desde el Gobierno andaluz que la Junta estaba cumpliendo con su parte, pues, además de pedir al ministerio dicho encuentro, estaba consignando dinero en los presupuestos autonómicos para la obra.
Por su parte, el Gobierno insistía en que era necesario actualizar el protocolo de 2006, a todas luces caducado, y en su último recado le recordó a la Junta que desde el Ejecutivo central ya se había ejecutado una parte de dicho protocolo, la variante de Porcelanosa, sin que el Gobierno autonómico hubiese cumplido con su parte en este sentido.
Importancia para la logística
Pese a que 2,3 kilómetros de carretera pueda parecer un proyecto nimio, lo cierto es que el tramo norte de la variante Oeste es vital para el desarrollo logístico de la ciudad, especialmente por la incidencia que tendrá en el parque logístico de El Higuerón, el Parque Joyero y el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC).
- Diario de Córdoba