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El retraso en las actuaciones provoca la caída de citas congresuales en la capital
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La concesionaria advierte de la cancelación de encuentros por el retraso de los trabajos
Será a finales de este año, a lo largo del mes de noviembre, cuando estén finalizadas obras de la segunda fase rehabilitación del Palacio de Congresos de la calle Torrijos de Córdoba, según ha anunciado el consejero Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, durante su visita a parte de las actuaciones acometidas y que han concluido y que ha ampliado en 389 las plazas de asistentes. Estas obras, además, han permitido recuperar la sala Julio Romero de Torres, que acogerá su primer acto inaugural el próximo 8 de marzo.
En concreto, a parte de la rehabilitación que ya está finalizada incluye dos nuevas salas, que son las de mayor capacidad del palacio, al disponer de espacio para albergar a 389 personas y sumar más de 331 metros cuadrados. Dichas salas, sumadas a las que ya están en funcionamiento, suponen más del 80% del aforo del edificio.
Se trata de la sala Julio Romero de Torres (con capacidad para 194 personas), que se caracteriza por su gran valor histórico, y la Ambrosio de Morales (195 personas). “La apertura de estas dependencias será un nuevo valor añadido a este espacio, ya que supondrá un aumento de su capacidad y, por tanto, un reclamo para atraer más congresos a Córdoba”, ha explicado Velasco. Ambas albergarán actividades relacionadas con ferias, congresos, encuentros, presentaciones o exposiciones.
Velasco ha aludido al retraso que ha acumulado esta fase de las obras. No en vano, comenzaron en la primavera del año 2020 y “la irrupción de la pandemia ha sido brutal y ha roto las cadenas de suministros de muchos sectores económicos”. “Aunque se recibiera la demanda de un producto, no había materiales y se paralizaba la actividad, como en el sector automovilístico y ha sido imposible operar con normalidad durante muchos meses”.
“Esto también ha afectado a las obras porque la empresa no contaba con algunos proveedores porque habían desaparecido. En otros casos seguían vivos pero con muchas dificultades para hacer acopio de materias primas y utilizarlo en la remodelación del Palacio de Congresos”, ha detallado. No obstante, ha continuado, “ahora las obras van a un ritmo normal”.
Con respecto a la segunda etapa de los trabajos, ésta implica intervenir fundamentalmente en el Patio Mudéjar, la Capilla y las salas Beatriz Enríquez, Ramírez de Arellano y Juan Bernier, que alcanzan 227 plazas. Velasco ha asegurado que “ya se ha ejecutado lo constructivamente más complejo”, puesto que se han culminado todas las cubiertas que circundan al Patio Mudéjar.
“Ha sido la parte más complicada porque ha habido que realizar la retirada de amianto y reponer toda la cubierta”, ha apostillado. Además, en la sala de Juan Barnier se halló un forjado del siglo XVI, lo que obligó a cambiar la intervención prevista. Tras su datación y documentación, se ha ejecutado un nuevo forjado adicional para permitir su descarga.
Congresos cancelados
Esta situación, de manera consecuente, ha provocado que se tengan que cancelar algunas citas congresuales previstas. Por ello, el consejero ha mantenido un encuentro con el responsable de la empresa concesionaria, Juan Salado, “para ver las peticiones y tiene y las opciones desde el punto de vista legal que hay”.
Al respecto, Salado ha reconocido que este retraso en la entrega de las obras “está afectando a un perjuicio económico para el Palacio de Congresos”. “Hay un coste de oportunidad y también un lucro cesante que vamos a sufrir, pero sobre todo, lo más preocupante es que lo va a sufrir la ciudad”, ha indicado.
A pesar de ello, se ha mostrado satisfecho por los resultados de la colaboración público-privada, ya que “en los despachos estamos resolviendo y buscando vías de solución desde el punto de vista legal para que ese perjuicio económico dentro del contrato le afecte le afecte lo menos posible a la viabilidad de la empresa para poder sacar adelante este proyecto”.
Aunque no ha querido avanzar la cifra de este claro perjuicio económico, Salado ha insistido en que “no teníamos previsto este retraso en la obra”. “Iniciamos la actividad en octubre de 2018 y arrancar un Palacio de Congresos no es fácil; hay mil circunstancias previstas en un plan, pero otras mil que no, como la pandemia”. “El remate es que cuando terminamos la situación e íbamos a empezar, nos encontramos con un retraso de obra que nos afecta”, ha lamentado.
Además, ha insistido en que desde la Junta se van a buscar soluciones legales con una bonificación del canon proporcional “al perjuicio que estaba provocando ese desequilibrio”.
No será hasta el próximo 23 de febrero cuando Salado, junto al delegado de Empleo, Ángel Herrador, presenten la memoria de 2021 y la proyección de 2022, que ahora “se está reajustando las agendas sobre todo los eventos previstos en marzo, abril, mayo y junio y septiembre y octubre”.
Por el momento, ha continuado, “hemos arrancado con 64 eventos”. No obstante, ha indicado que anualmente se comienza con una cifra similar para luego multiplicarla por tres, por lo que el número de congresos se podría elevar a 180 al año, si bien, “el problema de no disponer del patio mudéjar que es el elemento diferenciador”.
Todos los trabajos se realizan siguiendo “escrupulosamente” las medidas que marca la normativa de procedimientos de trabajo en un Bien de Interés Cultural y con la supervisión y seguimiento de una arqueóloga, ha aclarado el consejero de Transformación Económica.
La intervención sobre el Palacio de Congresos de Córdoba supondrá una inversión global de más de 11,5 millones de euros, de los que 5,7 millones se corresponden con el presupuesto de la segunda fase de la rehabilitación.
- El Día de Córdoba