Granada: La renuncia de la constructora paraliza las obras de la autovía GR-43 entre Atarfe y Granada
- El Gobierno adjudicó en mayo de 2022 los trabajos que aún no han comenzado cuando tenían ya que estar en su recta final
La eternización de las infraestructuras que históricamente ha lastrado el desarrollo de la provincia es uno de los males crónicos de la tierra y la piedra con la que, una y otra vez, vuelve a tropezar Granada. Y el último tropezón lo protagonizan las obras del tramo de la autovía GR-43 entre Atarfe y Granada, el acceso a la capital por la carretera N-342, que el Gobierno adjudicó el pasado mes de mayo y aún no ha empezado a construirse, cuando las obras deberían estar ya en su recta final.
En julio del año 2021, el Gobierno de España inauguraba el tramo entre Pinos Puente y Atarfe de la autovía GR-43, que se enmarca dentro del proyecto global de la nueva autovía Badajoz-Granada (A-81) que sigue el trazado de la actual carretera N-432.
Fueron 11,7 kilómetros de vía de alta velocidad, en los que el Gobierno invirtió 146 millones de euros y que reducen en un cuarto de hora el itinerario por la carretera de Córdoba, para alegría de los pueblos de toda la zona. En la actualidad, la autovía acaba en un nudo que permite enlazar con la A-92G tomando la A-44, la Segunda Circunvalación de Granada.
Para completar el acceso hasta Granada, faltaba rematar la faena con la construcción de un tramo de dos kilómetros que continúa la GR-43 desde Atarfe hasta la capital y que tiene que extenderse hasta una conexión directa con la A-92G a la altura de Los Vados, lo que facilitará la entrada y salida de Granada hacia el Área Metropolitana.
En la inauguración de la GR-43 entre Atarfe-Pinos Puente, en julio de 2021, el entonces ministro socialista José Luis Ábalos se comprometía a sacar a concurso este último tramo de la GR-43 a finales de aquel año y lo cumplió. El concurso se resolvía en mayo de 2022, con la adjudicación de las obras de los dos kilómetros finales de la GR-43 a la empresa catalana Copisa Constructora Pirenaica S.A., por 10,9 millones de euros, una oferta con la que la empresa rebajaba en 14.980 euros el presupuesto inicial de licitación.
Sin embargo, la empresa ha dado plantón al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, renunciando a ejecutar las obras, según pudo confirmar IDEAL. «Al requerir la documentación para la formalización del contrato, la adjudicataria remitió escrito renunciando a la adjudicación», explican desde la Subdelegación del Gobierno en Granada.
Las siguientes
Un imprevisto que ha obligado al Gobierno a poner en marcha los trámites para volver a adjudicar el contrato a alguna otra de las constructoras que también concurrieron al concurso, con la burocracia que esto conlleva. El portal de contratación publicó la anulación del contrato con fecha del 19 de diciembre de 2022.
«Tras esta notificación se ha requerido al resto de empresas que presentaron ofertas para ver si las mantenían o no. Conforme al procedimiento legal, se está tramitando para poder adjudicar nuevamente este tramo y formalizar el contrato», señalan las mismas fuentes gubernamentales que no han podido concretar por el momento la fecha en la que culminará el proceso. Mientras tanto, el inicio de las obras acumula ya nueve meses de retraso.