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Según los datos de la empresa ‘DoubleTrade’, un total de 126 contratos procedentes de todas las administraciones públicas y de todas las comarcas de la provincia quedaron sin ser ejecutados
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La licitación para la construcción del nuevo edificio de 122 viviendas en Santa Adela queda desierta
El elevado volumen de partidas que se quedan paralizadas a consecuencia de que las empresas no se interesan por las licitaciones públicas supone un serio problema para las administraciones locales. En Granada, solo en 2022, se dejaron sin ejecutar un total de 33,7 millones de euros procedentes de 126 contratos de ayuntamientos de toda la provincia, la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía e incluso del Gobierno de España.
Según los datos de la firma tecnológica de soluciones analíticas DoubleTrade, entre los contratos no ejecutados el año pasado en la provincia hay de todo tipo: desde obras a servicios, pasando por contratos de ciberseguridad o para la gestión de servicios de las fiestas patronales o los huertos urbanos. La subida de los precios de costes de producción, unida a los elevados precios de la energía, han hecho que los materiales hayan aumentado su precio, mientras que las administraciones no siempre corrigen esa subida por la que los contratos salen a subasta pública.
La tendencia se agrava en Andalucía, donde las licitaciones que no han encontrado ninguna empresa interesada en ejecutar el trabajo alcanzan los 1.260 casos, la comunidad autónoma española más afectada. En términos económicos, esto supone la paralización de más de 571 millones de euros que podrían estar aprovechándose para dar obras y servicios a la ciudadanía. Esto supone cerca del doble que en 2021 (293 millones de euros).
La negativa de compañías de diversos sectores, que van desde construcción y suministros hasta servicios, a embarcarse en contratos públicos ha hecho saltar las alarmas de la Administración. Las empresas privadas denuncian un desajuste económico en el que los presupuestos ofertados son insuficientes y les impide recuperar la inversión debido al notable incremento de costes operativos producto de la crisis de los suministros.
Por su parte, la Administración se enfrenta a una situación sin precedentes debido al elevado volumen de partidas que se quedan paralizadas: las licitaciones desiertas se disparan un 559% en los dos últimos años al no encontrar ninguna compañía dispuesta a presentar una oferta. En 2022, se registraron 7.463 concursos públicos desiertos en toda España; lo que supone la paralización de 5.303 millones de euros provenientes de las arcas públicas, un 146% más que en 2021.
Causas de la situación
El impacto de la crisis de los suministros que siguió a la pandemia fue agravado por una crisis energética provocada por la guerra de Ucrania en la que los precios de la energía subieron un 84%. Esto ha producido un mayor encarecido de los costes que se refleja en un aumento del 30% del precio de los materiales y se agudiza en casos como el aluminio (+55%) o el acero (+46%).
Todo ello con una inflación anual desbocada en diciembre del 5,8%. Este incremento de costes no se replica en las ofertas públicas, lo que ha propiciado que se multipliquen las licitaciones desiertas y, por consecuencia, se paralice la ejecución de miles de obras y servicios.
Este contexto, heredado del año pasado, amenaza con empañar un 2023 con altas expectativas de inversión pública al coincidir un año electoral con comicios generales, autonómicos y municipales, junto al desembarco de gran parte de los fondos europeos Next Generation.
El importe medio por licitación desierta supera los 710.000 euros
Por estos motivos, como refleja el estudio realizado por DoubleTrade, en 2022 han quedado 7.463 licitaciones desiertas por un total de más de 5.303 millones de euros. Esto implica que el importe medio por contrato sin ejecutarse en el último año supera los 710.000 euros. Además, cerca del 95% de las operaciones no incluye una revisión de precios, factor que explica la gran cantidad de licitaciones desiertas.
En comparación con 2021, el volumen de licitaciones desiertas se incrementó un 9,9% (6.788 concursos paralizados); crecimiento que se evidencia más dramático en el presupuesto destinado a estas obras, que se disparó en un 146% (2.154 millones de euros en 2021). Además, situando la lupa sobre 2020, las licitaciones que quedaron desiertas el año pasado han supuesto un 559% más que los casos de 2020 (1.132 concursos desiertos).
“Cabe destacar que muchas de las licitaciones públicas que se han quedado desiertas están financiadas con fondos europeos, por lo que la demora puede provocar la pérdida de esta subvención” ha analizado Xavier Piccinini, director general de DoubleTrade España.
- Granada Hoy