Durante la construcción, el túnel del metro en Camino de Ronda, se realizaron los trabajos estructurales precisos para la reserva del espacio, de manera que por su zona inferior discurre la línea de metro, mientras que la zona superior del túnel se puede destinar a aparcamiento. En concreto, se ejecutó la infraestructura básica, incluidas las rampas para vehículos y los accesos peatonales para la implantación de un aparcamiento subterráneo de dos plantas, en una longitud de 575 metros lineales, situado bajo el Camino de Ronda. Así es que es de prever que la construcción de un parking no se debe de parecer para nada a los molestos trabajos de construcción del túnel ejecutados durante la década anterior.
A lo largo de este tipo de infraestructuras se construyen habitualmente aparcamientos disuasorios para fomentar la intermodalidad, con el objetivo último de reducir el uso del vehículo privado motorizado y contribuir así en la lucha contra el cambio climático.
Un proyecto complementario del Metro aplazado
En el caso del metro de Granada, durante las obras se construyó el aparcamiento disuasorio de Juncaril, en el término de Maracena. El aparcamiento de Camino de Ronda se tenía previsto para cuando se consolidara este medio de transporte en el Área Metropolitana de Granada, llegándose a construir parcialmente en la parte superior del túnel de Camino de Ronda. Desde que el Metro comenzó a funcionar en 2017, el desarrollo de esta infraestructura complementaria ha sido una reivindicación constante de los vecinos de la zona (cuyos edificios carecen de aparcamientos subterráneos en su mayoría) y del Ayuntamiento de la ciudad a la Junta de Andalucía. Incluso ha sido motivo de confrontación en la épocas en las que ambos gobiernos eran de distinto signo político.
La consejera de Fomento, la granadina Rocío Díaz, ha manifestado que, con esta licitación, el Gobierno de Juanma Moreno cumple la palabra dada hace unos meses, cuando se anunció que se avanzaría en la recuperación del túnel del Camino de Ronda. “Nos comprometimos a que este año íbamos a encarar la adecuación de este espacio, que los anteriores gobiernos socialistas fueron incapaces de afrontar”, ha puntualizado. En ese sentido, ha defendido el trabajo realizado desde la llegada de Juanma Moreno, que “está saldando una deuda pendiente con Granada y los granadinos”.
El proyecto de construcción concretará el diseño del aparcamiento, en base al estudio funcional previo y al proyecto básico, incluyendo la verificación y adecuación de las estructuras existentes y la definición de todas las instalaciones necesarias para la implantación del futuro aparcamiento.
La empresa adjudicataria diseñará las actuaciones necesarias a llevar a cabo, tanto de obra civil en el recinto del túnel, como en la superficie. Además, el proyecto señalará las instalaciones y sistemas necesarios, de manera que el aparcamiento disuasorio esté conectado con el puesto de control de la estación de metro más cercano y con el puesto de control central (PCC) del metro para su vigilancia y gestión.
El Metro de Granada, que gestiona la Agencia de Obra Pública, cerró 2024 con más de 16 millones de viajeros (16.243.044), un 14,5% más que el año anterior, afianzando así su línea de crecimiento exponencial, sólo interrumpida por los años de la pandemia del Covid 19 y las restricciones en materia de movilidad. El metropolitano se anotó así un nuevo récord de demanda anual en 2024, y acumula ya más de 80 millones de viajeros transportados desde su puesta en servicio en 2017. Se trata de un modelo de transporte de éxito, así que esa consolidación esperada para hacer la obra del parking es ya más que una realidad.
Un viejo proyecto
La construcción del tramo de Metro subterráneo por el Camino de Ronda permitió rescatar una antigua idea para la ciudad. En el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2000, que está aún vigente, se esbozó la posibilidad de construir un gran aparcamiento bajo el Camino de Ronda con el fin de limitar el acceso rodado al Centro, pues entonces se consideraba que ésa era una zona periférica.
En aquella memoria se daba por hecho que el tranvía circularía en superficie y que el subsuelo se podría dedicar íntegramente al aparcamiento. Pero los planes han cambiado. Después el Metro se construyó soterrado por el Camino de Ronda, pero esta circunstancia no impedía retomar la idea del parking. Al contrario, la favorece.
El proyecto diseñado para el túnel del Metro por el Camino de Ronda incluye la construcción de dos alturas. Para el paso de las vías fue necesario construir un agujero más profundo y por eso quedó un espacio vacío más pegado a la superficie, entre las vías y la calle.
Esto se hizo así por la necesidad técnica de dar más profundidad al Metro (que tenía que sortear el río Genil por debajo). La losa intermedia que separa el túnel en dos alturas diferenciadas es una medida de seguridad que garantiza la estabilidad del subterráneo.
La construcción del Metro dejó un túnel de menor profundidad dispuesto para habilitarlo como aparcamiento en el tramo que va desde Recogidas a Méndez Núñez. El estudio previo realizado por la Junta para este aparcamiento preveía la subdivisión de ese túnel en dos plantas de parking.
La Junta y el Ayuntamiento de la capital mostraron su voluntad de aprovechar ese espacio como garaje, pero tendrán negociar aspectos como los económicos, los de la explotación y la terminación de la obra.
En los 600 metros aproximados donde se puede aprovechar el túnel para hacer un parking, la empresa pública que construyó el Metro calculó que podrían habilitarse 400 plazas de garaje para vehículos, una cifra muy inferior a las 2.000 plazas que se barajaban en el PGOU.
