El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que ha realizado una visita técnica a la zona donde se están desarrollando las obras del desglosado 9 de las canalizaciones de Rules, y posteriormente en Playa Granada, donde se realizará el espigón de Motril, ha señalado que en el mismo territorio pueden confluir intereses sectoriales diferentes, en este sentido ha resaltado que cualquier actuación sobre el medio físico afecta al propio medio, haciendo alusión a que “el principal factor que ha determinado la modificación de la dinámica del litoral” es la construcción de la Presa de Rules.
Una doble realidad en la que el Gobierno central ha estado trabajando para que, “sin renunciar a un factor que la sociedad considera capital para su desarrollo”, en referencia al agua dulce, “no minore la capidad de desarrollo de la actividad turística del territorio”. En este sentido, el Gobierno trabaja en ambos frentes, tanto en el ámbito de dominio público hidráulico con las canalizaciones, lo que permite garantizar las aportaciones sedimentarias que llegan hasta la playa, y por otro lado en el dominio público marítimo terrestre para compensar la degradación que sufre la línea de costa.
La actuación persigue restaurar el frente litoral, así como la construcción del espigón que reducirá la intensidad de la dinámica litoral y favorecerá la permanencia en el tiempo del material vertido. La actuación prevista consiste en la regeneración de Playa Granada, y el aporte de material a levante del espigón diseñado, con la intención de proteger también esta zona. Una vez construido el espigón de Motril, la línea de costa resultante tendrá un ángulo próximo a 120º respecto al Norte, aunque sin olvidar algunos factores importantes como que el río Guadalfeo sigue aportando de forma esporádica sedimentos al litoral; el valor del flujo medio de energía es un valor variable, dependiente de los oleajes incidentes a la costa.
La nueva playa que se formará gracias a la futura regeneración está ideada para que contenga un ancho próximo de 200 metros en el extremo de levante, junto al espigón, mientras que, en el otro extremo, justo en el límite municipal entre Salobreña y Motril, el ancho es casi nulo. La longitud total de la futura línea de costa regenerada es de unos 1.360 metros.
El proyecto contemplado por el Gobierno no solo se ciñe a la construcción de un espigón para solucionar los problemas de esta zona del litoral. Son conscientes de que el paso del tiempo ha ido erosionando la línea de costa, por lo que se contempla la regeneración de la playa con aporte de arena de otras riberas -principalmente de las playas de Poniente y El Cable- que también transformaran a estas. Para llevar a cabo esta transformación, calculan el trasvase de algo más de 710.000 m3 de arena. Es decir, la transformación de Playa Granada también supondrá el reajuste de la línea de costa de estas dos playas que volverán a lucir como en la década de los 80, cuando aún no estaba construida la presa de Rules y la variación de anchos entre los tramos litorales de levante y poniente no eran tan significativos.
No obstante, el acopio de arena de Poniente y El Cable serán insuficientes, por lo que se plantea la extracción de material de la rambla de Molvízar, donde se acumula sedimento. Por otro lado, se plantea la posibilidad de verter material a levante del espigón, conformando una escollera de pequeño tamaño, lo que permitirá asegurar la estabilidad y permanencia de la playa resultante, protegiendo esta zona de los oleajes.
Por su parte, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, ha recalcado el trabajo reivindicativo de la sociedad civil para que esta infraestructura sea una realidad, “con la construcción de este espigón, las imágenes que lamentablemente hemos tenido que ver durante mucho tiempo de playa destrozada, se olvidará”.