Las constructoras piden a Calviño y Díaz que no eliminen su contrato más habitual

Las constructoras piden a Calviño y Díaz que no eliminen su contrato más habitual

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Expansión

  • la contrarreforma laboral/ Pedro Fernández Alén, presidente de la CNC, la patronal de la construcción, pide “ayuda” a las dos vicepresidentas para que no eliminen el contrato fijo de obra, en su objetivo de reducir notablemente el empleo temporal.

M.Valverde/C.Morán. Madrid

Las empresas de la construcción están muy preocupadas ante el empeño del Gobierno de laminar y reducir la contratación temporal, que puede eliminar el contrato más habitual del sector. El conocido como contrato fijo de obra, con el que trabajan la inmensa mayoría de los empleados del sector.

En realidad, el contrato fijo de obra es temporal. Dura lo mismo que la obra o la labor que tenga que hacer el empleado dentro del trabajo que esté haciendo la empresa. Lo que ocurre con esta fórmula, que está pactada con los sindicatos, es que el trabajador puede ir de obra en obra, con la misma condición y para una misma empresa, dentro de la misma provincia y durante un periodo máximo de tres años. Incluso más, si se acuerda entre el trabajador y la empresa, y con la correspondiente compensación económica.

Para los empresarios, la flexibilidad de este contrato está en los siguientes factores: en primer lugar, pueden disponer de un trabajador para diferentes obras, y además dentro de un grupo de empresas; en segundo lugar, por acuerdo con los sindicatos, si lo exige la duración del trabajo, las compañías no están obligadas a hacer una sucesión de contratos temporales, porque no les afecta la exigencia de hacer fijo a un trabajador al cumplirse los dos o tres años de relación laboral.

Y, en tercer lugar, es un contrato muy bueno para los empresarios porque pueden prescindir de todo el personal de la obra, sin necesidad de hacer un despido colectivo, un ERE, con toda la tramitación que ello conlleva.

Para los sindicatos, la clave está en la indemnización al trabajador. Al terminar el contrato, tiene derecho a una indemnización por cese de la actividad equivalente al 7% del salario recogido en el convenio y por los años que hubiera estado trabajando. Este dato es muy importante, por las siguientes razones. En primer lugar, porque, según fuentes expertas del sector, esta indemnización para el trabajador equivale, por término medio, a 25 días de salario por año de trabajo. Es decir, una cuantía superior a los 20 días de retribución por año de servicio del despido procedente. En todo caso, la indemnización no podrá ser nunca inferior a la establecida para los contratos temporales. Es decir, 12 días de salario por año de trabajo en la empresa.

Además, el empleado recibirá una cuantía añadida si el empresario no respeta el preaviso de quince días de antelación a la finalización del contrato. En estos casos, la compensación equivaldrá al salario de los días de preaviso no cumplidos por el empresarios. Por ejemplo, la indemnización será la equivalente a diez días si el empresario comunica al trabajador que termina el contrato con cinco días de antelación.

Carta de los empresarios

En este contexto, Pedro Fernández Alén, presidente de la CNC, la patronal de la construcción, que forma parte de la CEOE, ha escrito sendas cartas a las vicepresidentas de Economía, Nadia Calviño, y de Trabajo, Yolanda Díaz, pidiéndoles que salven este contrato de la reducción de la contratación temporal. En concreto, la fórmula de la construcción está dentro de los modelos de obra o servicio que el Gobierno quiere suprimir o reducir en todo lo posible, para rebajar sustancialmente el empleo temporal, como adelantó EXPANSIÓN el pasado 27 de abril.

“Estimada vicepresidenta, querida Nadia y querida Yolanda”, comienza Fernández Alén, quien hasta hace poco era el secretario general de la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, y negociador diario con el Gobierno en el diálogo social y sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para recabar los 140.000 millones de euros de los fondos europeos.

En la carta, a la que ha tenido acceso EXPANSIÓN, el presidente de la CNC pide “ayuda” a las vicepresidentas “para mantener la especialidad de nuestro sector, evitando rigideces no deseadas que eviten un parón en la economía en estos momentos tan delicados, pero esperanzadores de recuperación”.

Flexibilidad necesaria

Además, el empresario explica que este tipo de contrato “permite la flexibilidad” necesaria al sector para que, “en el último año, la afiliación de trabajadores haya crecido más de un 18%, y “que sea potencial receptor de muchos de los trabajadores que actualmente están en ERTE (expediente de regulación remporal de empleo)”.

Por lo tanto, con el empleo suspendido y cobrando total, o parcialmente, la prestación. Incluso, Fernández Alén explica a Calviño y a Díaz que el contrato fijo de obra puede servir para dar trabajo “a los parados de otros sectores muy dañados por la pandemia [del coronavirus]”. Hay que tener en cuenta que las cartas a Calviño y a Díaz coinciden con el momento en el que el Gobierno negocia con la patronal y los sindicatos la prórroga de los ERTE hasta el 30 de septiembre. Y que una de las cosas que ha defendido el Ejecutivo en las conversaciones es la de premiar, con mayores exoneraciones de cotizaciones sociales, a las empresas que rescaten antes a sus trabajadores de los ERTE.

Además, dice Pedro Fernández Alén, “el contrato fijo de obra nunca ha planteado debate con los sindicatos en relación con la temporalidad o siniestralidad laboral, como está recogido en el convenio del sector”, que expira este año.

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#LaConstrucciónEsParteDeLaSolución

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