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Las pymes sufren una deuda comercial de 200.000 millones, la más alta desde 2011

  • INFORME DE CEPYME/ El coste financiero de las empresas para soportar la morosidad en los cobros fue de 2.650 millones en el primer trimestre, el doble que en el mismo período del año pasado.

M.Valverde. Madrid

La deuda comercial total -ordinaria y morosa- que soporta el conjunto de las pequeñas y medianas empresas (pymes) por los retrasos en los cobros de sus ventas, ascendió en el primer trimestre del año a 200.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 19,2% respecto al primer trimestre de 2022. Es la cifra más elevada de deuda comercial que soportan las pymes desde 2011. Es decir, desde la depresión económica que tuvo lugar entre 2007 y 2013. En 2011, esta deuda con las pymes fue de 208.000 millones de euros.

Así lo recoge en el informe que Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, presentó ayer sobre la repercusión de la morosidad en los cobros que soportan estas empresas. El dato es muy importante, porque las pymes son el 98% del tejido productivo español.

El informe señala que “este volumen [de deuda], su evolución al alza, en un contexto de intereses más altos, demuestra la dificultad que a las pymes les suponen los retrasos en los pagos, sortear los vetos legales para alcanzar pactos con las empresas clientes, más allá de los 60 días”. En consecuencia, las pymes también tienen problemas “para contener el desajuste temporal que supone la inflación, lo que limita la capacidad de aumentar la productividad del negocio”.

Financiación

Es decir, cuantos más problemas tengan las empresas para cobrar las deudas, más dificultades tendrán de financiación y, por lo tanto, de expansión de su actividad. Máxime, cuando en el primer trimestre del año, el coste financiero de las pymes por este problema fue de 2.649 millones de euros, lo que supone un 97,5% más que en el mismo período del año anterior. Como en el caso de la deuda comercial, la cifra del coste financiero es la más alta desde 2011, en plena depresión económica, cuando ascendió a 2.845 millones de euros.

Cepyme explica que la deuda comercial tiene dos componentes: la que no está en mora y la morosa. El coste de la primera ascendió a 1.301 millones de euros en el primer trimestre en cómputo anualizado y el de la segunda, a 1.348 millones.

Paradójicamente, las pymes tienen el mayor problema de cobro con las grandes empresas. En el primer trimestre del año, el plazo medio de pago de estas compañías fue de 74,6 días, lo que representa un incremento del 27,9% respecto al mismo período de 2022. Por lo tanto, las grandes empresas tienen una parte de su financiación en el retraso del pago a las pymes. Y, a su vez, las pymes pierden ingresos por las grandes compañías que, además, suelen apretar en los precios a las más pequeñas.

Plazos de pago

La media de días de pago de las pymes entre sí, incluyendo a las microempresas, es de 84 días, una jornada menos que en el primer trimestre de 2022. En el conjunto de las empresas, el plazo medio de pago, entre enero y marzo, fue 2,4 días por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior. Con 82,1 días de media, supone el plazo medio más breve para ese periodo desde 2015. La reducción interanual de 2,4 días registrada en el primer trimestre de 2023 es la más acusada en los últimos diez años.

Por lo tanto, los días de pago se están reduciendo, pero las cuantías adeudadas a las pymes son más elevadas. Muchas empresas españolas padecen todavía los efectos de la crisis económica del coronavirus, que estalló en febrero de 2020. Además, el autor del estudio de Cepyme, Diego Barceló, advirtió de que, en el primer trimestre del año, la morosidad en el pago de las facturas de ventas a plazos registró su cuarto incremento interanual consecutivo. “Nos está diciendo que hay gente que ha comprado a plazos que está teniendo dificultades para pagar, y esto terminará en el conjunto de la morosidad”.