Málaga: Una ‘inauguración’ y 2,3 millones para la lonja de Málaga que no venderá pescado
- Su uso se restringe a la acuicultura y un centro de moluscos y se presentó en 2023
- Carlos Rubio afirma que si hay barcos interesados, volverá a darse el servicio
- Las obras del primer tramo de la autovía a Ronda se licitarán en 2025 tras 16 años de espera
Que Málaga ha dejado de ser una ciudad pesquera es un hecho que hace tiempo se constató. Los barrios de El Palo y Huelin mantienen cierta vocación, pero los puertos con más peso de la provincia en el sector son los de Caleta de Vélez y Fuengirola, cabe poca duda de ello. Tanto es así que la nueva lonja del puerto de Málaga, que fue inaugurada –aunque fuese para la foto– en diciembre de 2023 y prometía abrir a principios de 2024, no venderá pescado.
La inversión en el nuevo edificio portuario ascendió hasta los 5 millones de euros, si se tiene en cuenta la construcción de una nueva línea de atraque en la margen derecha del Guadalmedina, donde se movieron las instalaciones pesqueras para hacer sitio en el muelle 8 a la logística. Este tiene todos los atraques (casi una veintena) ocupados, pero ninguno ejerce la primera venta en la instalación malagueña. La operación estuvo financiada en más de 2 millones por fondos europeos.
Lo cierto es que hace años que la pesca no forma parte de las actividades más boyantes en la economía de la capital –al menos no la legal, los bolicheros y sus chanquetes pueden ganar hasta 10.000 euros la noche–, lo que hizo que sólo quedase a finales del año pasado un barco que realizaba la primera venta en las instalaciones portuarias: Porto Sol.
Pero a finales de agosto de este año, Porto Sol naufragó mientras faenaba, por lo que, señala el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, la lonja “dejó de tener actividad porque el resto embarcaciones utilizan el puerto para el desembarco de capturas y traslado a otras zonas de venta”.
Esto ha hecho que desde el 1 de enero la lonja, cuyo servicio estaba adjudicado a la empresa pública Tragsa, cerrase por completo, de manera que en Málaga no se hará pescado de primera venta. Desde 2012 llevaba la empresa pública dando este servicio. El último año el contrato estaba en torno a los 250.000 euros anuales, prorrogables hasta tres en total. No ha llegado a cumplir uno. Con ella, se han despedido a los cinco trabajadores que estaban contratados, todos ellos bajo el despido objetivo, al dar de baja el servicio.
En cualquier caso, Rubio deja la puerta abierta a volver a dar el servicio. “Por supuesto que si hubiera embarcaciones que en el futuro solicitasen la primera venta en nuestro se podría poner en marcha la misma“, asegura, a la vez que afirma que “el objetivo de mantener la actividad pesquera en nuestro puerto se ha conseguido, pese la reducción que la misma lleva experiementando los últimos años”.
Pese a ello, y desde el 10 de enero, los 19 barcos con licencia para atracar, no pueden descargar su pesca en la lonja. En estos momentos, el punto de descarga no está operativo y en las instalaciones portuarias no tienen permitido expedir los documentos que permiten el transporte de pesca (comúnmente llamados conduce). Desde el Puerto aseguran que están tramitando la autorización para que el punto de descarga pueda estar activo.
Esto es, básicamente, que los barcos faenan en aguas de la capital o próximas, desembarcan en Málaga y llevan, con estos conduce mediante, el pescado a Fuengirola o Caleta de Vélez para proceder a su venta en esos puntos. Mari Carmen Navas, presidenta de la Federación Provincial de Pescadores, asegura que en los puertos no han notado la ausencia de la lonja, “eran muy pocos los barcos que hacían la primera venta en Málaga, casi todos, con el conduce, lo traían a Caleta o Fuengirola”.
Carmen Crespo, entonces consejera de Pesca y ahora eurodiputada, aseguró que la nueva lonja era “clave para el futuro del sector pesquero en Málaga” y señalaba que las instalaciones eran “punteras, eficientes y cien por cien sostenibles”. Nada de eso implicó que la lonja siga teniendo uso a día de hoy para vender pescado. Ahora, desde la Consejería de Pesca afirman estar con los pescadores, pero señalan que el edificio y sus responsabilidades son de la Autoridad Portuaria. Se encuentra en uso, eso sí, con un centro de expedición de moluscos y con actividades acuicultura.