Entrevista a Enrique Figueroa, presidente de CEACOP
Arquisur
Entrevista realizada al presidente de CEACOP, Enrique Figueroa, en el 25 aniversario de la revista del sector Arquisur.
– Son años difíciles para el sector de la construcción en general y para la obra pública en particular, con obras bajo mínimos. ¿Hasta cuándo cree que podrá mantener el actual nivel de actividad?
Desgraciadamente, en estos momentos partimos de unos niveles de actividad prácticamente nulos. Por lo que lo que deseamos del futuro más inmediato es que se reactive el trabajo en el sector. Los recortes presupuestarios del Gobierno, tanto autonómico como central, han dejado bajo mínimos la actividad en la obra pública. A esto se suma la morosidad de la Administración, que desde hace años adeuda a las empresas el pago de los trabajos y las construcciones realizadas.
Con este escenario tan desesperanzador, si la Administración no desbloquea inversiones en obra pública el único horizonte posible es que continúe la sangría de empresas y la destrucción de puestos de trabajo.
– ¿Cuál es, a día de hoy, la realidad empresarial de las firmas de consultoría y obra pública?
Desde el inicio de la crisis, se ha reducido a la mitad el número de empresas andaluzas dedicadas a la obra pública. La caída de las inversiones públicas también han tenido un efecto directo en el empleo, ya que la construcción es el sector que ha registrado las mayores cifras de destrucción de puestos de trabajo. Desde el inicio de la crisis han perdido su trabajo 300.000 profesionales en Andalucía, que además son irrecuperables.
Como alternativa, las constructoras e ingenierías tienen puestas sus vistas en el mercado exterior, que en estos momentos ofrece mayores oportunidades que el andaluz, o incluso el nacional. Son numerosas las firmas andaluzas que están trabajando en países, sobre todo sudamericanos, como Perú, Panamá y Colombia. La internacionalización es sin duda una vía de escape para la supervivencia de muchas de nuestras empresas, pero no es un camino fácil, ya que exige grandes esfuerzos para la propia empresa y el requisito de contar con una estructura organizativa fuerte que soporte esta estrategia de negocio.
– Las administraciones públicas han apostado en los últimos años por los recortes y la reprogramación de obras públicas. ¿Cree que es el camino correcto?
Rotundamente no. No se puede seguir castigando continuamente a las empresas. Como he mencionado anteriormente, las constructoras a ingenierías de obra pública hemos hecho grandes ejercicios de austeridad para afrontar la retirada de las inversiones pública. Hemos reducido nuestra estructura organizativa, nos hemos visto obligados a perder a parte de nuestro personal, que nos ha costado mucho formar y que es una mano de obra especialmente cualificada. En cuanto a la internacionalización, no podemos perder de vista que cuando una empresa se ve en la necesidad de salir al mercado exterior para mantener viva su actividad, Andalucía pierde el know how de las organizaciones que han puesto en pie las infraestructuras que hoy vertebran nuestra comunidad y que son un referente para otras regiones.
Lamentablemente este plan de austeridad que las empresas hemos puesto en marcha no ha tenido su reflejo en el Gobierno.
A pesar de la caída de la actividad económica y productiva de la región, la Comunidad andaluza sigue manteniendo más de 350 entes públicos, de los que se desconoce su coste y utilidad real.
– ¿Cuáles son sus peticiones y demandas a la Junta de Andalucía para que se reactive la actividad en el sector?
Una de nuestras peticiones más clamorosas a la Junta de Andalucía es que debe terminar de pagar a sus proveedores la deuda que mantiene con ellos. Si bien a finales de diciembre la Administración andaluza abonó cerca de 200 millones de euros a las firmas que nos dedicamos a obra pública, todavía quedan por pagar más de 500 millones de euros, de actuaciones que ya están finalizadas. Demandamos al Ejecutivo un calendario de pago comprometido, ya que desconocemos cuándo se abonará este grueso de la deuda que aún queda pendiente.
– ¿Qué medidas o programas especialmente dirigidos a incentivar esta actividad se deberían poner en marcha?
Necesitamos que la construcción siga viva, pero con cabeza. Los planes de infraestructuras tienen que sostenerse sobre criterios de racionalización. No podemos permitir que los gestores públicos eliminen, gratuitamente, las previsiones económicas dirigidas a obras públicas, porque lo que está detrás de estos recortes son carreteras que se dejarán de mantener poniendo en peligro la seguridad vial, a la par que una vía desatendida provoca un incremento del consumo de neumáticos y combustible.
Que el escenario presupuestario actual obligue a hacer ejercicios de austeridad, no significa que se abandonen las infraestructuras que ya están construidas. En Andalucía hay miles de kilómetros de carreteras que mantener, también es necesario reforzar el mantenimiento de los edificios y el parque de infraestructuras que ya tenemos construidos. Siempre será menos costoso mantener una construcción, que repararla porque se abandone su mantenimiento.
Sobra decir, que tanto la rehabilitación de viviendas como el mantenimiento de carreteras, son unas fuentes de generación de empleo rápida, solucionando así el mayor problema de nuestra región.
Dentro del déficit actual de infraestructuras también se encuentra todo el conjunto de depuradoras y dotaciones hidráulicas que tenemos que construir entre 2013 y 2014 para cumplir con la norma europea de depuración de aguas urbanas, con la que la Junta se comprometió, porque si en 2015 no están finalizadas todas las obras, tendremos que hacer frente a las sanciones correspondientes.
Esta racionalización es la misma que se debe dirigir a las políticas de empleo para que los esfuerzos sean mantener la actividad de los sectores productivos. Permítanme que sea reiterativo, pero es muy doloroso ver cómo la Administración anuncia recortes y planes de austeridad, pero somos las empresas a las que no nos ha quedado más remedio que despedir a nuestros trabajadores, las que hemos tenido que cerrar oficinas y refinanciarnos para atender las obligaciones de pago con nuestros proveedores. Y todo se vuelve permisividad y pierde rigor cuando pasamos de lo privado a lo público.
– Arquisur cumple 25 años informando sobre el sector de la construcción. Ceacop es algo más joven, cuenta ahora con 16 años de actividad. ¿Podría hacer balance de estos años?
El hecho de que hoy por hoy CEACOP sea una voz de referencia en la obra pública es gracias a la confianza que las empresas asociadas depositan en nuestro trabajo. CEACOP es una asociación que no vive de las subvenciones, sino que su financiación depende de las cuotas de sus asociados. Y a pesar de que las constructoras e ingenierías están pasando los peores años que recordamos en el sector, hoy en día somos la agrupación que representa al mayor número de empresas andaluzas del sector. Este dato hace que seamos la asociación más poderosa en la obra pública de nuestra comunidad.
Si bien en los comienzos de esta asociación hemos mantenido reuniones con organismos públicos donde nuestras demandas se dirigían a la defensa de que las empresas andaluzas tuvieran una mayor participación en las adjudicaciones de obra pública, en los últimos años ha ido ganando mayor protagonismo la reclamación de un calendario de pagos que dé solución a la morosidad de la Administración con sus proveedores.
Incluso hemos llevado esta demanda al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, e iniciado un procedimiento administrativo presentado en la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía. Tras estas acciones, en los últimos días hemos visto los primeros resultados, y el Gobierno autonómico ha comenzado a pagar tímidamente parte de esta deuda, procediendo al pago de unos 200 millones de euros, aunque aún quedan más de 500 millones de euros que la Junta adeuda a constructoras e ingenierías.
No quiero terminar sin subrayar que siempre que en todos nuestros encuentros institucionales siempre hemos puesto sobre la mesa propuestas de acciones que ayuden al sector a seguir siendo tan importante para la economía andaluza, la creación de empleo y evitar que desaparezcan más empresas, con lo que ello conlleva. Y decir que estamos a disposición de las administraciones para poder hacer lo máximo para este sector.