La crisis de suministros eleva un 30% las licitaciones desiertas en Andalucía
Reclaman a la administración que revise los proyectos ante la subida de precios
«Si hago la obra, mañana cierro». Es la difícil situación a la que se enfrentan cada vez más empresas constructoras ante la crisis mundial de suministros que, de un lado, está provocando el desabastecimiento en muchas materias primas y, de otro, elevando de forma galopante los precios en el mercado. Una consecuencia directa de ello es que ha aumentado hasta en un 30 por ciento el número de licitaciones de las administraciones públicas que quedan desiertas en la comunidad autónoma, según alerta el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop). La causa es que los proyectos se quedan anticuados, con precios previos a esta crisis, y no resultan atractivos para las empresas porque, ante la subida generalizada, se pueden enfrentar a un escenario de pérdidas. «La administración no está siendo ágil a la hora de actualizar los precios de los proyectos», apunta a LA RAZÓN Ana Chocano, presidenta de Ceacop, además de remarcar que «un proyecto que se redactó hace dos años, con los precios de entonces y que se fiscaliza de acuerdo con esas cifras, hoy está obsoleto». La licitación, por tanto, queda desierta porque «ninguna empresa se va a presentar para perder dinero».
El panorama es, en palabras de Chocano, «bastante inquietante», puesto que el problema tiene muchas vertientes y en la solución deben participar varios actores. Antes de la pandemia, recuerda, los productores de cualquier material «fabricaban, almacenaban y después vendían; ofrecían lo que tenían en stock». La covid ha cambiado el procedimiento, o más bien «ha acelerado» una dinámica que ya se venía vislumbrando. «Ahora el 90 por ciento de los productos se fabrican bajo pedido», lo que ocasiona desabastecimiento ante cualquier paralización del mercado como la ocurrida durante los confinamientos por la covid. «Hay escasez de materiales y obviamente los precios suben porque los fabricantes venden al mejor postor», señala Chocano.
Esto ocurre con los materiales del sector de la construcción, una situación que se agrava con el aumento del coste de los combustibles y de la energía eléctrica, elevando el precio final del producto. Con los contratos entre privados, las empresas se sientan y negocian. La relación entre una empresa y la administración es distinta. «La administración no entiende nada. No es consciente de lo que ofertamos hace meses o un año ha cambiado porque los materiales han subido un 20, 30 o un cien por cien», lamenta la presidenta de Ceacop, además de advertir de que «no podemos asumir esta subida». La consecuencia es que las obras se retrasan y, en el peor de los casos, las empresas rescinden los contratos.
¿Cuáles son los materiales que más se están encareciendo? Chocano apunta que están subiendo los precios de los derivados del petróleo, como el betún para la fabricación de mezclas, así como el acero utilizado en las chapas galvanizadas o el aluminio para la carpintería de viviendas. También la madera, un material muy utilizado para encofrar y para fabricar puertas y demás terminaciones. Los plásticos, también derivados de petróleo, están en ascenso: tuberías de pvc y láminas de impermeabilización. Las subidas oscilan entre un 15 y 20 por ciento llegando incluso al cien por cien en algunos materiales. El transporte también se ha encarecido y, por ejemplo, los costes de la modalidad marítima, utilizada en la importación, «se han multiplicado por cuatro».
A juicio de Chocano, Europa debería «reestudiar su equivocada política de fabricación», puesto que se han derivado muchos centros de producción a países emergentes como China o Indonesia. «Ahora, cuando esos países necesitan materiales, dejan de exportar y tenemos que interrumpir la cadena de suministros», traduciéndose en retrasos.
Ante esto, Ceacop propone a las administraciones una solución «extraordinaria», al igual que se articularon los ERTE cuando el confinamiento obligó a parar la producción en muchos sectores. Es hora, por tanto, de que «se aborde una actualización de los precios por el aumento incontrolado de las materias primas». Un problema que no está originado por la administración ni por las empresas y cuya solución «debería ser compartida».
Ante la falta de mano de obra cualificada
La construcción fue uno de los sectores que no paró durante el confinamiento severo y ahora, cuando la reactivación está en marcha, se recupera a pasos agigantados. Sin embargo, soporta el lastre de la falta de mano de obra cualificada. Así lo constata Ceacop, una asociación que puso en marcha la campaña titulada «La construcción es parte de la solución». Su presidenta, Ana Chocano, apunta que en el sector «la mano de obra se aprende en el tajo» y recuerda que en la anterior crisis, la que se inició en 2008, la actividad quedó paralizada y «muchos trabajadores se fueron a otros ámbitos profesionales y no tuvieron más remedio que reinventarse».